El PNV «salva» la tumba de un etarra al remodelar un cementerio

La últimas obras de remodelación del cementerio de Amorebieta (Vizcaya) han venido acompañadas de la polémica. El alcalde del municipio, David Atxaga (PNV), dictó un bando el pasado octubre anunciando que la puesta en marcha de los trabajos obligaría a la «exhumación de los restos existentes en sepulturas y en tierra» en la zona afectada, una parcela rectangular situada a la derecha de la capilla que se iba a transformar en zona verde. Por este motivo, el Ayuntamiento solicitaba a los titulares de las sepulturas afectadas y familiares de los difuntos que se personasen en la Oficina Técnica Municipal con su documentación para proceder al traslado de los restos.

Las obras comenzaron una vez concluidas las exhumaciones, pero sólo una tumba permaneció intacta (ver fotografía), la del etarra Andrés Izagirre Gogorza «Gogor», fallecido en 1981 al ser sorprendido en un control de carretera por la Guardia Civil.

Denuncia vecinalUno de los familiares afectados por la decisión municipal, que prefirió mantener el anonimato, expresó su malestar tanto al PP como a la asociación Dignidad y Justicia (DyJ) por lo que considera una discriminación palmaria.

De hecho, la portavoz del PP en la localidad, Beatriz Calvo, solicitó al alcalde por escrito el pasado jueves que la tumba de «Gogor», ahora solitaria en esa parcela de zona verde recién remodelada, también sea trasladada de lugar. Según explicaron fuentes municipales, la sepultura del etarra se encontraba hasta 1996 en la parcela de enfrente, pero en esa fecha fue trasladada a su actual emplazamiento. La familia de «Gogor», añaden esas mismas fuentes, se habría negado a un nuevo traslado, a lo que el alcalde habría accedido a la vista de los acontecimientos.

Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, explica que su asociación intenta recabar quejas por escrito de los ciudadanos afectados para poder llevar a los tribunales lo que considera «un escarnio a las víctimas del terrorismo». Portero recalca que Atxaga «ha demostrado su falta de sensibilidad con las víctimas al mantener una calle dedicada a los etarras Txiki y Otaegi». El pleno del consistorio tiene ya sobre la mesa dos mociones presentadas por el Partido Popular para que la polémica calle mude su denominación y se dedique a las víctimas del terrorismo.

«Una falta de respeto»Calvo cree que la actuación municipal, que según asegura ni siquiera fue debatida por la comisión de Urbanismo, «es una falta de respeto considerable al resto de vecinos» y reclama «que se cumpla la ley para todos y no para unos sí y para otros no». «Ahora -se queja- da la impresión de que han dejado la tumba en un lugar preferencial». Portero denuncia que el alcalde peneuvista «es capaz de estar antes con los terroristas que con las víctimas, tal y como ha demostrado manteniendo la tumba de «Gogor» y obligando al resto de ciudadanos a llevarse los restos de sus familiares».