El principio del fin

Aunque corta, la historia del Getafe en Primera ha hecho sufrir al Real Madrid, y mucho. Ante los getafenses, los madridistas han vivido descalabros, partidos vergonzantes –dos, así tildados, «getafazos»– y hasta un gol ridículo por despiste. Sólo ha podido ganarle una de cada tres veces. Todo ello está en el haber del club que dirige Ángel Torres y que se presenta en el Bernabéu con la necesidad de ganar para ahuyentar los puestos de descenso. A los de Juande más les apremia la victoria. No pueden permitirse ni un empate en los partidos que restan para optar al título. No hay, por tanto, conmiseración hacia el vecino y amigo. Ni porque el uno le surte de jugadores ni porque el otro le brega a las perlas de la cantera e incluso los lleva a la internacionalidad. Juande pondrá lo mejor que tiene sin tres de sus titulares, Sneijder y Heinze, por lesión; y Lass, por amonestaciones. Eso sí, el fichaje de este invierno más rentable queda limpio para el tramo final. Sólo una excepción: Robben, al que Juande es muy probable que siente, ya que el técnico admite que cuando el holandés «juega muchos partidos seguidos suelen aparecer problemas físico». Bastante tiene ya sin Sneijder. Hoy mismo tomará la decisión, pero mucho es para el «11» dos partidos en tres días. Si Robben está en el banquillo o en la grada, será Van der Vaart quien corra la banda izquierda, aunque Juande también podría colocar a Miguel Torres, y Marcelo, extremo.La otra novedad es el doble pivote con Gago y Guti. Cual regreso al pasado, cuando Capello y Schuster tenían en el canterano su piedra más preciada y las posibilidades del rival pasaban principalmente por maniatarle. Juande no se fía y advierte de que, pese a la creencia de que la mayor carga de partidos del líder les da alas, el desgaste que más le preocupa es el psicológico y, en ésas, el perseguidor es quien lo sufre mayor, «porque el Barça tie- ne margen para fallar».En el Getafe, Víctor Muñoz tiene a todos disponibles, pero el vestuario se le ha intranquilizado con el numerito de Contra, verbal y físico, cuando el técnico lo cambió en el descanso del Barça.

Los rivales más difíciles, fuera de casaEn las cuentas que hace el Real Madrid en la búsqueda del tercer título de Liga consecutivo, hay motivos para el optimismo, pero también para todo lo contrario. Para la esperanza, a priori, los madridistas cuentan con que en el mismo periodo de tiempo –de aquí al final de la Liga, el próximo 31 de mayo– deben afrontar siete partidos, mientras que el Barça disputará diez u once, dependiendo de si los azulgrana juegan la final de Liga de Campeones el 27 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma. Para la desesperanza obra que, teniendo líder y perseguidor los mismos rivales, y dejando de lado el clásico del Santiago Bernabéu, el Real Madrid se mide a los más directos –Sevilla, Valencia y Villarreal– fuera de casa y el Barça los recibe, a excepción de los valencianistas.