Vitoria

El PSE consuma el primer plante al PP con la ofensiva del euskera en Álava

El PSE consuma el primer plante al PP con la ofensiva del euskera en Álava
El PSE consuma el primer plante al PP con la ofensiva del euskera en Álavalarazon

El PNV se ha impuesto al pacto por el cambio entre el PSE y el PP en el debate parlamentario sobre el Plan de Normalización del uso del Euskera que los nacionalistas impulsan desde la Diputación alavesa.

 

Los populares habían pedido la retirada de una iniciativa que afecta al Instituto Foral de Bienestar, un organismo público que se asemeja a una especie de Consejería de Asuntos Sociales. Pero la alianza PNV-Aralar-PSE ganó la partida y el PP se quedó solo en su lucha por anular imposiciones en materia lingüística tan extravagantes como que se cree la figura del traductor interno para aquellos funcionarios que quieran relacionarse con otros funcionarios en euskera o que se pongan en marcha grupos de funcionarios euskaldunes.

 

El entendimiento entre nacionalistas y socialistas alaveses también da luz verde a la cláusula por la que se habilita la creación de «grupos de euskera en el medio laboral y, a poder ser, en el lugar del trabajo», y a la articulación de censos de hablantes en euskera.

 

El PSE había presentado sólo dos enmiendas en materia lingüística, que no afectaban a ninguno de estos artículos más controvertidos y que no alteraban el fondo del Plan de Normalización del uso del Euskera. También proponía hacer un retoque en materia de Función Pública. La sensación de que PNV y PSE llegaban al debate con un entendimiento previo desactivó incluso las conversaciones de última hora entre los dos partidos de ámbito nacional para acercar posturas sobre sus enmiendas.

 

Álava es uno de los tableros en los que está a prueba el alcance del mantra del «cambio» en el que se sostiene el nuevo Gobierno vasco y el pacto entre PSE y PP. Los peneuvistas gobiernan en minoría en la diputación, en virtud de sus acuerdos con los socialistas alaveses. Y estos últimos son reacios a romper esa alianza. El secretario general del PSE alavés, Txarli Prieto, y el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, son dos de los dirigentes que más piedras están colocando en las ruedas del acuerdo con el PP. El PNV, entretanto, juega sus cartas para boicotear cualquier acercamiento entre los dos partidos, explotando incluso las malas relaciones entre las direcciones provinciales.

 

Basagoiti mantiene su confianza en el LendakariNo está escrito, pero sí hay un pacto de caballeros entre el líder socialista, Patxi López, y el del PP vasco, Antonio Basagoiti, sobre el futuro de la Diputación alavesa, en la que el PNV gobierna en minoría. El acuerdo, eso sí, no pone fecha al desalojo de los nacionalistas, ya que en ese punto hay sus discrepancias. Los socialistas prefieren esperar y los populares son partidarios de hacerlo antes del verano. Por medio se ha cruzado la oposición del PSE alavés a la concreción del acuerdo entre las direcciones regionales. Los principales dirigentes populares, el propio Basagoiti, Javier de Andrés (portavoz en las Juntas Generales de Álava) o el diputado vasco por Álava Alfonso Alonso mantienen una actitud prudente, pero al mismo tiempo subrayan que esta provincia es la prueba del diez de la voluntad de cambio. «Patxi López tiene que ocuparse y preocuparse de la actitud de los socialistas alaveses», sentencian. Por ahora, sigue primando la confianza en que el nuevo «lendakari» cumplirá lo hablado. El tiempo dirá.