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Está Gordon Brown tocado de «muerte»

Está Gordon Brown tocado de «muerte»
Está Gordon Brown tocado de «muerte»larazon

n El «premier» británico está a punto de cumplir dos años en el poder. ¿Con qué legitimidad cuenta?

–El origen de todos sus males se encuentra en su déficit democrático. El «premier» no accedió a Downing Street tras superar una elecciones sino por designación de su predecesor, Tony Blair, y en cumplimiento de un viejo pacto. En los noventa, Gordon Brown respaldó la campaña de Blair para regenerar el partido y tomar sus riendas, a cambio de que el por el entonces jovencísimo político se comprometiera a cederle el mando cuando se retirara. Eso ocurrió en junio de 2007.

n ¿Tiene Gordon Brown el respaldo de su partido?

–Más bien no. El Partido Laborista está fracturado desde tiempo antes de la salida de Blair. La guerra de Irak hizo mella y el escaso carisma de Brown ha terminado por desestructurar a la organización. No sólo los ex ministros del Interior Charles Clarke y David Blunkett han expresado públicamente sus diferencias con el «premier» sino que su propia ministra de Comunidades, Hazel Blears, puso por escrito sus críticas. Blears, que también se ha visto salpicada por el último escándalo, advirtió sobre las «terribles consecuencias» de la mala gestión de su jefe.

n ¿Qué otros problemas le han explotado en las manos?

–El mayor fracaso cosechado o por lo menos uno de los más sonados en el país ha sido la pérdida por primera vez de una votación parlamentaria por parte de un primer ministro. Fue a raíz de una moción de censura presentada por la oposición para garantizar los derechos de residencia a los «gurkhas», los combatientes locales del Imperio Británico en Nepal. Brown quería negarles este derecho para contener el gasto público, pero la ruptura de la disciplina de voto por parte de unos laboristas permitió aprobar la censura. En suma, trascendió que la Duquesa de Cornualles, Camila Parker Bowles ,prodría haber promovido una iniciativa para amparar a los «gurkhas», lo que no le ha beneficiado. El resurgimiento de un grupúsculo terrorista del Ulster tampoco ha contribuido a su valoración popular.

n ¿Qué peso tiene en el exterior?

–Pese a los esfuerzos del primer ministro por liderar la estrategia global contra el colapso económico, Inglaterra ha perdido peso específico en Europa y en Estados Unidos. Una muestra de ello es que Barack Obama dedicó a su homólogo británico una audiencia de media hora en la Casa Blanca. Un tiempo insólito para con quien mantiene una tradicional «relación especial» y que para sus críticos jamás hubiera ocurrido con el atlantista Blair. En el Viejo Continente, el hiperactivo Sarkozy le ha ganado el terreno.

n ¿Por qué no saca tajada de su experiencia como ministro de Economía?

–En Brown se da la paradoja de que ha sido un reconocido ministro de Finanzas en el periodo de mayor bonanza económica de Inglaterra; pero, en cambio, no ha sabido o podido trasladar esos activos en la gestión de esta grave crisis financiera. La «Tercera Vía» de la que él también fue artífice y que consistía en introducir la economía del mercado en la izquierda ha desaparecido prácticamente.

n ¿Y las encuestas?

–Deben ser una de sus mayores pesadillas. Brown no levanta cabeza desde 2008. Y, a día de hoy, el pragmático David Cameron mantiene una cómoda ventaja de dos dígitos.