Nueva York
ETA y la crisis borran las fronteras entre España y Francia
Zapatero y Sarkozy eliminaron ayer las últimas barreras (dialécticas, políticas y físicas) que aún persistían entre España y Francia y entre los dos líderes políticos. En medio de parabienes y elogios, ambos mandatarios, aún conscientes de que cada uno barre para su casa en esto de la diplomacia, cerraron la XI cumbre hispano-francesa con una lista de acuerdos que acercan Madrid y París y que dibujan un horizonte de colaboración intensa en varios frentes: 1. SeguridadSobre la base de la eficaz cooperación que ambos ejecutivos mantienen en la lucha contra ETA, Sakozy y Zapatero dieron ayer «un salto cualitativo en la lucha contra cualquier tipo de terrorismo», en palabras del presidente español. Un salto que, además de extenderse al crimen organizado en general, se traduce en la creación de un comité estratégico de planificación y control que se reunirá cada seis meses para coordinar acciones conjuntas. Además, intercambiarán información de inteligencia sobre todos estos delitos, harán operaciones comunes contra las mafias de tráfico de seres humanos y realizarán vuelos conjuntos de repatriación de inmigrantes. Sarkozy reafirmó su compromiso en el fin de ETA y abogó por «atacarles donde más daño hace, en su dinero», extendiendo sus acciones a las redes de financiación del terrorismo. Asimismo, valoró la unión de PP y PSOE contra ETA, asegurando que «cuando transigimos con los terroristas, no ven la mano tendida, sólo ven la debilidad».2. Infraestructuras«No podemos decir a España que somos amigos y luego no tener conexiones de ferrocarril o energéticas». Con esta frase, el presidente de Francia desbloqueaba las conexiones de alta velocidad entre los dos países. Es más, fijaba el compromiso de que la línea entre Barcelona y Lyon esté acabada en 2012 o 2013. Un paso adelante que deberá reforzarse con otras líneas ferroviarias y por carretera, además de la potenciación de las «autopistas del mar».Más allá de esto, profundizarán en las redes de suministro mutuo de electricidad (de Francia a España) y gas (de España a Francia). 3. Economía y Exteriores«La Presidencia española de la UE será la de la recuperación económica». Zapatero dixit y Sarkozy subraya, uno como vaticinio, otro como esperanza. La crisis económica estuvo muy presente en la reunión de ayer de los dos mandatarios, pero necesariamente vinculada a la acción exterior de los próximos meses, dentro de ese ámbito de coordinación que el Rey recalcaba el lunes en la cena de gala. Primero porque, como dijo el presidente galo, «Francia espera muchísimo» de esa Presidencia que, añadió, «tiene que ser un gran momento para Europa». Segundo, porque el líder francés instó a una de las economías más poderosas del mundo, la nuestra, a ejercer sus responsabilidades. Y tercero, porque España se apoyará mucho en nuestro vecino del norte para lograr que el vaticinio de Zapatero se haga realidad y, además, para volver al centro de Europa de la mano de Francia. En ese camino parece que Sarkozy está de acuerdo, por su necesidad de diversificar su poder más allá de Alemania, con quien no termina de cuajar, y porque «el eje París- Madrid- Londres es una convicción profunda». Ambos, de igual modo, subrayaron que Europa «padece desde hace tiempo un déficit de Presidencia económica» que en esa línea de cooperación pretenden subsanar. 4. El G-20En medio de dimes y diretes sobre si España estará en la próxima cumbre del G-20 en Nueva York, Sarkozy ratificó su apoyo a la presencia de España porque «es un derecho». Es más, sentenció que «no entendería por qué se iba a tratar distinto a España en Nueva York que en Londres», para acabar con un rotundo «España estará en Nueva York». Zapatero fue menos contundente, pero sí subrayó que «ese es nuestro objetivo» y que tiene «confianza» en que la presencia de nuestro país en las dos reuniones anteriores consolide una presencia «lógica». 5. DefensaLos intereses comunes que mantienen ambos países en materia de Defensa se palparon ayer no sólo en cuanto a las misiones en el exterior que comparten, sino en materia de cooperación industrial. En cuanto a lo primero, más allá de la intervención de la Gendarmería Europea en Afganistán, propusieron convocar una conferencia internacional para acompasar los esfuerzos militares que se están haciendo frente a la piratería en Somalia, con la ayuda que necesita el país para contar con instituciones fuertes.Asimismo, intercambiarán datos sobre artefactos explosivos improvisados, uno de los principales riesgos de la misión afgana, y compartirán la formación de sus unidades militares de emergencias. Por último, asumirán el liderazgo del avión A400-M para impulsar un proyecto estancado y acercar a los países escépticos. Estos acuerdos, entre otros, plasman la nueva sintonía entre dos países con intereses comunes pero con enfrentamientos frecuentes.
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