Venezuela
Flórez duda si cantará en el Real cuando llegue Mortier
Juan Diego Flórez decidió el verano pasado que el Teatro Real era un espacio demasiado grande para cantar por tercera vez el Duque de Mantua de «Rigoletto»: «Tiene una tesitura un poco baja para mi voz. Me sacaría de carril y después me costaría cantar mi repertorio habitual», explicó ayer ante la Prensa. A cambio de esa oportunidad verdiana perdida, el tenor lírico más célebre del momento ofreció dos recitales, «los más difíciles de mi carrera»: en la primera parte desplegará toda la pirotecnia rossiniana, incluida «Terra amica», de «Zelmira», un aria endiablada de la ópera que debutará en Pésaro, y en la segunda se dará un baño de zarzuela que culminará con «Guillaume Tell», de Rossini. Flórez insiste una y otra vez que imitará en todo lo que pueda a su maestro, Alfredo Kraus, para dar el salto a Mozart y Verdi lo más tarde posible. A pesar de su timidez y su corrección política, Flórez dejó claro que la relación privilegiada que le ha unido al Teatro Real en los últimos años peligra con la llega de Gérard Mortier: «Ha hablado con mi agente, pero mi agenda está muy complicada hasta 2013». Como ya publicó LA RAZÓN, Flórez decidió optar por otro teatro en las fechas de la temporada 2010/11 que había apalabrado con Antonio Moral, director artístico del coliseo y gran amigo del cantante, cuando se anunció que éste sería sustituido por Mortier. Sin embargo, los aficionados del Liceo tienen asegurado verle las tres próximas temporadas. También se explayó el tenor peruano en su empeño por lograr que el sistema de orquestas de Venezuela se implante en su país. Un primer paso será un concierto con Gustavo Dudamel en Machu Pichu.
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