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La Razón
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Temporada de la ORCAM

«La infancia de Cristo», de Héctor Berlioz. Intérpretes: Agustín Prunell-Friend, Lola Casariego, Enric Martínez Castignani, Peter Lika. Real Colegiata de San Isidro. Madrid,18-XII-2007.

«La infancia de Cristo» es una de las partituras más atípicas dentro de un catálogo ya de por sí sorprendente como el de Héctor Berlioz. Bajo el envoltorio de un aparente regreso a los antiguos misterios navideños del barroco francés se esconde una composición de una aplastante modernidad y originalidad, llena de extrañas armonías que se fusionan con un texto de una entrañable ironía que relata la huida a Egipto, el Nacimiento y los primeros pasos de la vida de Jesús.

La obra se había ofrecido en la Colegiata de San Isidro hace casi una veintena de años, con la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Coro de la Comunidad, bajo la batuta de un Frühbeck de Burgos en estado de gracia, y con un equipo vocal capitaneado por María Orán. En esta ocasión, la interpretación ha recaído en ambos conjuntos de la Comunidad bajo la batuta de José Ramón Encinar, que ha mostrado su reconocida capacidad para dar unidad a una obra larga y compleja, resaltando tanto los momentos dramáticos (el sueño de Herodes, la llegada de la Sagrada Familia a Sais) como los más sutiles, donde se apreciaron las múltiples virtudes de ambas agrupaciones. Tal vez a su versión le faltó un punto más de misticismo, aunque seguramente tampoco se buscaba. Hay que señalar que Jordi Casas Bayer logró un trabajo de verdadera filigrana con el coro, y que estuvieron muy bien logrados los efectos con el coro infantil, perfectamente afinado en los nada fáciles cromatismos exigidos por el compositor.

El equipo de solistas fue bastante compacto, destacando la elegancia de Agustín Prunell-Friend como narrador, la cálida María de Lola Casariego o el expresivo José de Enric Martínez Castignani. Peter Lika supo dar autoritaria severidad a Herodes y humanidad al bonachón padre de familia, completando el elenco con acierto el barítono Alfredo García y el tenor Fernando Cobo. Por cierto, salvo una excepción, todos eran españoles. Un ejemplo.