Grandes éxitos 2007

Estamos en una época en la que los artistas deciden sacar sus nuevos álbumes aprovechando las visitas de Papá Noel y los Reyes Magos. Contradictorio es lo mío, que me cuesta Dios y ayuda buscar letra a mi último artículo del año, ya que lo único que te puedes llevar a la boca futbolística es la «Premier». Estos gachós, con tal de ser diferentes, son los únicos que por tradición tienen cobertura para hablar con la pelota en plena Navidad. Por el contrario, aquí en nuestra querida España sólo se juegan simulacros de partidos regionales con riesgos, aunque algunos sean para causas decentes y solidarias. Ante esta perspectiva, no me queda más remedio que sacar el recopilatorio de lo más llamativo para mí en 2007. En el número uno de la lista me quedó, después de dos años con demasiadas borrascas en el camino, con la clasificación de España para la Eurocopa de Austria y Suiza. Los goles de Iniesta contra Suecia y de Ramos ante Dinamarca han convencido de nuevo al pueblo de cuáles son los planos a seguir, de que el toque es el camino.

A nivel de clubes, Capello, con su vieja partitura de siempre, no desafinó e hizo que el madridismo volviese a cantar el alirón. Su injusto despido dio paso a Schuster y a la cantinela del «tiki-taka», pero el Madrid me ha seguido sonando muy parecido a lo del italiano: solidez y eficacia.

La decepción fue la del Barcelona, que lleva 18 meses respirando tempestades, a pesar de tener a un entrenador con el que han sido desagradecidos. Su gran gestión y flexibilidad merecían, sin duda, otra respuesta por parte del vestuario.

Nada que objetar esta vez al «FIFA World Player». Mis votaciones también hubieran ido a Kaká, Messi y Cristiano Ronaldo, aunque Steve Gerrard siempre estará en mi altar futbolero porque es buenísimo.

Como solista destaco a Fernando Torres, que encontró en la ciudad de los Beatles su lugar en el mundo, cosa que ha aprovechado el Atlético para reforzarse y desperezarse con dirección a la «Champions». Lo mismo le ocurrió al Arsenal, que disfruta de mayor libertad con la marcha de Henry, aunque el francés no ha encontrado aún su sitio en Las Ramblas. Y Raúl volvió a sonar bien en la gira de 2007 interpretando sus grandes éxitos del pasado.

Como gran compositor a nivel de «míster» me quedo con Marcelino, que ha hecho no desafinar al Sporting, al Recre y ahora está sacando sus mejores acordes al Racing.

En algo tan empaquetado y com- primido es normal que alguna cosa se nos quede en el tintero. Se me pueden pasar muchas cosas, muchos momentos, pero no se me puede pasar recordar la finura, la elegancia y la clase de nuestro Antonio Puerta.

¡Feliz 2008!