Griñán apuesta por la «renovación y el cambio» en esta etapa política

SEVILLA- No hizo falta ni votar. Si el pasado miércoles el Comité Ejecutivo Regional del PSOE-A aprobó por unanimidad la propuesta de Chaves para que José Antonio Griñán se convierta en el nuevo presidente de la Junta, ayer, el Comité Director del partido socialista lo ratificó por aclamación. El PSOE cierra filas.La única incógnita quedó desvelada antes incluso de comenzar la reunión, cuando María del Mar Moreno, a la que siempre han situado como la alternativa deseada por José Luis Rodríguez Zapatero para suceder a Chaves, apareció ante los medios para expresar su «satisfacción personal» por que Griñán sea la persona elegida. Y por si hubiera alguna duda, hizo extensivo su deseo a que sea también el candidato socialista a las elecciones de 2012. Sin debate interno, el Comité Director se convirtió en un mero trámite. Intervinieron los ocho secretarios provinciales del PSOE, la propia María del Mar Moreno y el coordinador de la interparlamentaria socialista Javier Barrero. El secretario general, Manuel Chaves, fue el encargado de cerrar el capítulo de intervenciones. Nadie se salió del guión. El apoyo del PSOE a Griñán se tradujo en un aplauso unánime que le convirtía de manera oficial en el candidato socialista para presidir la Junta de Andalucía.Después llegó el abrazo entre los dos amigos: el que se va y el que se queda, entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán. La persona que ha presidido la Junta durante 19 años y el que lo hará en breves días. Los próximos 21 y 22 de abril se celebrará la sesión de investidura y días más tarde, la toma de posesión. Ya como candidato del PSOE, Griñán tomó la palabra. Y lo hizo con un discurso plagado de agradecimientos a la persona a la que sustituye, «un hombre sabio y prudente». Defendió la legitimidad de su elección, amparada en las «reglas del juego democrático» y en la «fuerza del PSOE-A. El mensaje para el Partido Popular, que insiste en la convocatoria de elecciones anticipadas, fue rotundo. Lo que más llamó la atención de su discurso fue su apuesta por el futuro. «Eso es lo que ahora cuenta», aseguró. Pidió el apoyo de su partido para un «renovado y ambicioso proyecto para Andalucía». Griñán no quiere aparecer como un presidente continuista y anclado en el pasado. Sus primeras decisiones, como la composición del nuevo equipo de Gobierno, darán la verdadera muestra de sus palabras. También quiso dejar claro que no será un presidente eventual. «Éste es un proyecto de largo recorrido» fue otra de sus frases más contundentes. Y para eso solicitó el apoyo de un partido en el que hasta ahora el que será nuevo presidente de la Junta no tuvo una gran implicación. Eso sí, también advirtió de que partido y Gobierno son dos cosas distintas. Mientras el primero conduce con luces de «largo alcance», el segundo lo hace con las de «cruce». La crisis económica también ocupó algunos minutos de su discurso. Apostó por retomar el VII Acuerdo de Concertación Social, la colaboración, el esfuerzo y el optimismo. Incluso tuvo tiempo para introducir matices: señaló al capitalismo como responsbale de la situación, pero defendió la necesidad de potenciar el sector privado de la economía. Incluso introdujo alguna advertencia: «no se puede financiar todo». Sus actuaciones determinarán el alcance de sus propósitos. De momento, Griñán marca distancias: defiende la herencia recibida, pero aboga por introducir cambios. Las elecciones, de momento, tendrán que esperar.