Prevención
Impotencia primer daño vascular
La disfunción eréctil se presenta en el 80 por ciento de los casos como un indicador de un daño orgánico que revela una alteración en el sistema cardiovascular, y en concreto en el endotelio.
Cuando aparece por primera vez, la mayoría le resta importancia. Sin embargo, la repetición en el tiempo de nuevos episodios de disfunción eréctil (DE), causa un gran shock mental en la población masculina. Muchos van directamente al «botiquín de internet» y otros, los más valientes, acuden a la consulta del especialista en busca de respuestas ante una situación que, en muchas ocasiones, no les corresponde por la edad y el contexto que viven. Si el hombre es menor de cuarenta años y los episodios son constantes durante al menos un año, el origen de la alteración sexual no se encuentra en un factor de orden psicológico –que tan sólo está detrás de un 20 por ciento de los casos–, sino orgánico. «Una vez descartadas las causas farmacológicas, psicógenas y hormonalesdebemos tener presente un problema a nivel del endotelio vascular», explica Elena Villalva, médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Nuestra Señora del Pilar de Alcalá de Henares en Madrid y miembro de los Grupos de Trabajo de Sexología y Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Detectar el problemaA nivel clínico, si el médico detecta en un paciente problemas a la hora de llevar a cabo un coito, le someterá a una serie de pruebas para conocer si detrás del mismo existen problemas cardiovasculares, derivados de la hipertensión o hipercolesterolemia. «La disfunción eréctil es la primera manifestación de que hay daños a nivel vascular. Los vasos sanguíneos de esta zona se dañan con facilidad y su mal funcionamiento origina algún grado de impotencia, esto debe obligar al médico a realizar pruebas para averigüar si hay lesiones en otros lechos vasculares. En los riñones, la situación es la misma, pero no se manifiestan los daños hasta tiempo más adelante», apunta Villalva.La severidad de la DE con mucha frecuencia se correlaciona con una patología relacionada de forma directa con la circulación sanguínea. Así, lo expone Villalva: «En las consultas es un hallazgo frecuente cómo, a mayor intensidad del problema cardiovascular, como en el caso de la diabetes evolucionada, más importante es la alteración de la disfunción eréctil».
¿Dónde está el fallo?En este sentido, Josep Pomerol, urólogo del Instituto de Andrología y Medicina Sexual de Barcelona, explica con detalle la intervención de la disfunción endotelial en la eréctil: «El endotelio es un tejido que recubre los vasos sanguíneos y tiene una gran cantidad de funciones: actuar como membrana para regular el paso de nutrientes o desechos de la sangre que circula por las arterias y las venas; secretar determinados elementos que modulan el tono de los vasos y el flujo de sangre». Además, cabe mencionar la liberación de óxido nítrico como importante vasodilatador (favorece la entrada de sangre) o de la endotelina, que es un vasoconstrictor (cierra la entrada de sangre). El endotelio también regula la inflamación, la agregación de las plaquetas y la trombosis. Todos aquellos pacientes que acuden a la consulta con este problema deben ser sometidos a un exhaustivo estudio para evitar que, tras los episodios sexuales, se desencadenen otros de mayor envergadura, como un infarto o un ictus. Por ello, «la prevención de la disfunción endotelial y la eréctil se basa en el abandono del tabaco, el control del colesterol, el ejercicio físico y una adecuada actividad sexual. La entrada de sangre en el pene favorece la oxigenación del órgano y la prevención de las alteraciones del endotelio del tejido eréctil y de los vasos sanguíneos», apunta Pomerol.
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