Sevilla
La ciudad cuenta con más de 2000 chabolistas en cuatro grandes núcleos
La población que vive en infraviviendas en la capital se aproxima al censo de municipios como Carrión o Huévar.
Asentamiento uno: junto al puente de San Juan de Aznalfarache, formado por once familias censadas allí –según su testimonio–, más otras 40 huidas de las Tres Mil Viviendas después del tiroteo en que perdió la vida un menor de 17 años. En total, cerca de 400 personas. Asentamiento dos: Torreblanca; 80 familias, 400 personas. Asentamiento tres: en la avenida del Cerero; unas 20 familias, aproximadamente 100 personas. Asentamiento cuatro: el Vacie, el más antiguo de Europa, según algunas fuentes; oficialmente, unas 1.000 personas; según los vecinos, 1.800. En la capital de Andalucía, más de 2.000 personas sobreviven en la miseria, una población similar a la de municipios como Huévar del Aljarafe o Carrión de los Céspedes. Aparte, el Ayuntamiento ha levantado en dos años unos 600 asentamientos de menor envergadura, la mayoría, y localizados en la ribera del Guadalquivir, bajo los puentes, el paseo Juan Carlos I y San Jerónimo.El Defensor del Pueblo Andaluz, en su informe especial sobre el chabolismo, habla de Sevilla como una ciudad con una «especial significación por ser la que más chabolas posee y por tener no sólo el asentamiento más antiguo e importante de Andalucía, sino tal vez de España». Para Pro Derechos Humanos, Sevilla es la capital española con mayor incidencia de esta problemática.Chamizo manifestó que «falta una política seria de erradicación» del chabolismo y que «es necesario crear una entidad que coordine» todas las acciones desarrolladas para este fin, que «debe nacer de un gran pacto entre partidos para que nadie se cuelgue ninguna medalla». En ciudades como Avilés ya se llevan a cabo proyectos de esta envergadura.Para hallar las causas del chabolismo, Pro Derechos habla –aparte del «tópico» del buen tiempo que facilita las «viviendas» al aire libre– de «la falta de concienciación de la ciudadanía» y el histórico retraso en cuanto a desarrollo de Andalucía, explicó Ignacio Menchón, del grupo de marginación de la asociación.Los más de dos millares de personas que sobreviven en infraviviendas en la capital se reparten entre cuatro núcleos y están marcados por la influencia de la droga y la delincuencia. Pobreza llama a delincuencia, o viceversa.Pro Derechos critica «la falta de voluntad política real para erradicar el chabolismo» y rechaza los «parcheos» que se vienen realizando, que «tienen como consecuencia la reaparición de núcleos» como el que ahora está de actualidad junto a los puentes que –paradojas de la vida– llevan el nombre de los Reyes de España. La educación, según la asociación y el Defensor, se antoja «clave» para la reinserción social de estas familias, más que la actual política de «regalar pisos». Menchón habló de alquileres, trabajos específicos o el pago de la vivienda en plazos asumibles.La implicación de la sociedad también «deja más sombras que luces». «En otras latitudes, no se permitirían estos asentamientos y si la gente realmente protestara ante los dirigentes, el chabolismo se erradicaría», critica APDH-A.
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