Nueva York

La corona de la Estatua de la Libertad se reabre al público en julio

La corona de la Estatua de la Libertad
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Los turistas podrán acceder desde el 4 de julio próximo al observatorio situado en la corona de la Estatua de la Libertad, que quedó cerrado al público después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, anunció hoy el secretario de Interior de EEUU, Ken Salazar. "Invitamos una vez más al público a celebrar nuestra gran nación, y la esperanza y la oportunidad que simboliza subiendo a la corona de Lady Liberty para una vista única del puerto de Nueva York, donde los antepasados de millones de familias vieron por primera vez el nuevo mundo", manifestó Salazar en un comunicado de prensa. El acceso a ese espacio será por grupos de no más de diez personas a la vez y guiados por funcionarios del Servicio Nacional de Parques, y se calcula que podrá acoger unas 30 personas por hora, elegidas por sorteo. El acceso a la Estatua de la Libertad se cerró después de los ataques a las Torres Gemelas, aunque en agosto de 2004 se reabrió al publico la base del monumento, aunque con estrictos controles sobre el acceso a la isla, situada frente a Manhattan, en la que se ubica el monumento. A la corona sólo se puede acceder por una estrecha escalera en espiral de 168 peldaños, lo que suscitaba inquietud a las autoridades neoyorquinas por los riesgos derivados de la aglomeración de personas y los problemas para una evacuación en caso de emergencia. "No podemos eliminar todo el riesgo de subir a la corona, pero estamos tomando medidas para hacerla más segura", agregó Salazar, entre ellas, elevar los pasamanos en la escalera. El monumento permanecerá abierto durante los dos próximos años y después de cerrará al público para realizar una remodelación más completa y a largo plazo. "Una vez que el trabajo quede terminado, la Estatua será más segura y también lo estarán sus visitantes", aseguró Salazar. El Departamento de Interior de EEUU, encargado de la gestión y preservación de los parques y monumentos nacionales, invertirá también 25 millones de dólares en mejorar algunas instalaciones de la isla de Ellis, adonde llegaban por barco a finales del siglo XIX y principios del XX los inmigrantes que pretendían residir y trabajar en Nueva York.