Turquía
La crisis económica reduce el absentismo laboral en las empresas
El absentismo laboral costó a las empresas españolas 12.700 millones de euros en 2007, el 1,21% del PIB.
MADRID- La falta de motivación, la difícil conciliación de la vida laboral y familiar o el sentirse poco valorado en la empresa empujan al trabajador en muchos casos a practicar el absentismo laboral no justificado, lo que supone un auténtico lastre para la empresa. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2007 el absentismo laboral costó al tejido empresarial de nuestro país 12.700 millones de euros, el 1,21% del PIB, y representa entre el 1,5% y 4% del producto interior bruto de la Unión Europea. Según un informe de Adecco, en cuatro años, desde 2004 hasta 2008, el absentismo laboral se ha duplicado en nuestro país pasando de un 3 a un 6%, aunque ha habido empresas que han llegado a registrar un nivel de absentismo del 15% en 2007.
Menos ausencias
Ahora bien, si hasta el primer semestre de 2008 el principal problema de las empresas era el absentismo laboral, ahora reconocen que con la crisis económica ha dejado de serlo. Según declaró a LA RAZÓN Nekane Rodríguez del grupo Adecco, aunque no existen datos cuantitativos, las compañías consultadas por Adecco comentan que «la gente falta menos a su puesto de trabajo por el miedo a perderlo».
Los trabajadores españoles y portugueses faltan a su trabajo un 4,1% del tiempo que establece su contrato laboral, un ratio ligeramente superior a la media europea, que se sitúa en el 4%, según un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers entre más de 16.000 empresas europeas. El informe revela que, dentro del grupo de países encuestados, aquellos en los que se pierden más horas de trabajo por absentismo son Francia, Alemania y Bélgica, mientras que Italia y Austria se encuentran en el extremo opuesto de la balanza, con ratios de absentismo del 3% y 3,1% respectivamente. En cambio, dentro de la clase directiva, los escandinavos son los que pierden menos horas de trabajo, y los que más, los ejecutivos del centro y este de Europa.
El absentismo es una práctica difícil de controlar. Según Savis, empresa especializada en absentismo laboral, «el sistema español no está preparado para luchar contra este problema y no puede evitar que se abuse de las prestaciones de forma fraudulenta». Y es que el médico de familia, el único con capacidad para conceder altas y bajas carece de formación en técnicas para combatir el absentismo a lo que se unen las listas de espera que generan demoras por sí mismas, explica a LA RAZÓN, Claudio Santos de Savis.
Según la experiencia de esta consultora, del total de trabajadores de baja, entre un 10-15% tienen realmente una enfermedad que los invalida. Otro 10-15% tiene un perfil absentista y no está clara la indicación de incapacidad temporal. El restante 70-80% está de baja por una situación inercial: ninguno les da el alta y el propio trabajador no tiene ninguna necesidad de hacerlo. Según estudios manejados por Savis, Suecia es, con diferencia, el que más absentismo femenino tiene seguido de Turquía y Canadá, mientras que el absentismo masculino es más alto en Eslovenia y República Checa.
El Instituto de Empresa Familiar (IEF) lamenta que la principal barrera para mejorar la productividad sea el absentismo, seguido del incremento de los costes laborales, de la insuficiente oferta de mano de obra y de la insuficiente formación de la plantilla. Para eliminar estos problemas el IEF propone fomentar la introducción de cláusulas en los convenios laborales que penalicen el absentismo así como reducir dos puntos la aportación a la Seguridad Social de todos los trabajadores que tengan un nivel de absentismo inferior al 1%, de forma que se incremente el salario líquido que reciben. De momento, todas estas propuestas parece que han caído en saco roto.
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