La Lupe una fiebre que se contagia

Esta no es una biografía de La Lupe, aunque una mujer con garra se aferra el micrófono para cantar «Lo tuyo es puro teatro». Esa era la idea original: rodar un documental sobre la cubana que revolucionó la industria musical norteamericana con un estilo tan personal como su acento en inglés entonando «Fever». «La historia de La Lupe no está escrita ni creo que se escriba nunca, porque es un misterio. Cada cosa que descubres desencadena diez interrogantes más», asegura Lilian Rosado, codirectora, que se rindió ante la escasez de pruebas sólidas sobre su vida, cuyo final trágico se recuerda más que sus triunfos apoteósicos. En su proceso de documentación conocieron incluso a la hermana de la cantante: «Tenía una historia tan interesante como la de ella, manejamos la posibilidad de filmar la de ambas, pero al final decidimos dejárselo a Almodóvar», tercia su marido y coautor del filme, Pedro Pérez Rosado. El machismoAl final optaron porque «el espíritu de La Lupe sobrevolara en el filme»y sobre un grupo de mujeres cubanas exiliadas en Puerto Rico que se enfrentan al machismo del patriarca (Jorge Perugorría). Aunque el verdadero hallazgo de la cinta es la vena interpretativa de Lena Burke, que debuta en el cine. La cantante carga con uno de los apellidos más ilustres de la música cubana, que tuvo en su abuela, Elena Burke, uno de sus máximos representantes. «En los temas musicales no hemos tratado de imitar lo que ya estaba muy bien hecho. Hemos cogido la rabia y el temperamento con que interpretaba La Lupe para hacerlo a mi manera. Así, las canciones que hacía en forma de salsa las hemos arreglado con apariencia de bolero...», asegura la cantante, que recuerda a este mito como «la primera mujer que actuó en el Madison Square Garden. A pesar de que están presentes sus temas más conocidos los directores no han querido convertir la cinta en un musical: «Se trata de un melodrama con trasfondo de música, pero no suena una canción cada diez minutos», advierten los directores. El fantasma de la intérprete no deja de generar controversia, ya que en Cuba, tierra natal de la directora, su figura está proscrita: «En 1995 Cuba no sabía quién era La Lupe y fue impactante cuando la descubrí. En mi país sólo encontré tres líneas en una enciclopedia. Hasta cinco años después en España no pude tener más información». Curiosamente, la cinta, que sólo tuvo un pase oficial en la isla, es un «hit pirata» en DVD entre los cubanos,de los que presumen sus realizadores.