Feria de San Fermín
La puerta grande de la monumental granadina devaluada
Con lleno en los tendidos se celebró el sexto festejo de la Feria del Corpus granadina. El encierro de Gavira resultó deslucido en conjunto. La faena de Francisco Rivera Ordóñez (oreja y silencio tras aviso) al primero de la tarde, un toro flojo y sin clase, no tuvo ningún contenido artístico que merezca la pena resaltar. En el cuarto, el trasteo resultó desigual, sin que apareciera nunca el toreo en, salvo en una serie con la diestra. El Fandi (oreja y dos orejas) le hizo al segundo, un toreo más relajado, pulcro y templado que en otras ocasiones. En el quinto, el granadino intentó el toreo fundamental sin resultado, por lo que recurrió a su repertorio efectista que llegó a los tendidos, deseosos de premiar la actuación. El fallo con el verduguillo no fue obstáculo para que cortara las dos orejas; premio inmerecido. Cayetano (oreja y oreja) toreó al tercero sin apreturas, sin profundidad y sin ideas. Nunca hubo conjunción entre toro y torero y los muletazos resultaron superficiales y deslavazados. En el sexto no se acopló a la embestida del flojo oponente y los logros fueron escasos y sin relieve.
✕
Accede a tu cuenta para comentar