Infraestructuras

La reforma del Eje Prado-Recoletos «afectará gravemente» al Retiro

El Gobierno regional advierte de que la reforma del paseo desviará los vehículos al anillo que rodea el parque.

La Razón
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MADRID- A la Comunidad le preocupa el impacto que la concentración del tráfico provocará en el Parque del Retiro tras la reforma del Eje Prado-Recoletos que el Ayuntamiento proyecta para la capital. El nuevo diseño de esta vía, declarada Bien de Interés Cultural, supondrá la supresión de 35.000 automóviles al día de la circulación que, inevitablemente, provocará una redistribución del tráfico por otras zonas.

El martes, el Ayuntamiento remitió un resumen del proyecto a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para su análisis de evaluación ambiental, tal y como exige la Ley de Evaluación Ambiental del Gobierno regional.

Tras un primer estudio, la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Elorriaga, aseguró a este diario que «el proyecto está incompleto», por lo que anunció que ya ha solicitado un requerimiento al Ayuntamiento con información complemetaria para poder realizar el informe de impacto ambiental que habrá de estar terminado en un plazo máximo de nueve meses, una vez el proyecto esté completamente acabado.

En este sentido, la Comunidad exige al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón que realice un estudio complementario que incluya todos los contaminantes atmosféricos que se generan por el tráfico y su repercusión tanto sobre los ciudadanos como sobre la vegetación del pulmón de la capital. Y es que, tal y como señaló Elorriaga, el Ejecutivo que preside Esperanza Aguirre está «especialmente preocupado» por la afección que puedan tener las obras sobre el Retiro, ya que el proyecto prevé un aumento del tráfico en sus cercanías, lo que supone un aumento de la contaminación atmosférica en todo el anillo circulatorio que rodea al parque.

Pero el efecto de la reforma del Eje Prado-Recoletos sobre el Retiro no es la única objeción que el Gobierno regional ha realizado al Consistorio. La Comunidad exige que se estudien otras alternativas al proyecto para que al someterlo al proceso de evaluación ambiental pueda optar por la que tenga el menor impacto.

Otro de los requisitos que exige la Comunidad es un análisis del impacto que tendrán las obras, durante el proceso de construcción y una vez terminadas, sobre el tráfico, los árboles y el patrimonio histórico de la zona.

El Gobierno regional también advierte de que en la documentación presentada a la Dirección General de Medio Ambiente, el Ayuntamiento no ha incluido un estudio de la contaminación de suelos para los terrenos donde se encuentra la gasolinera en la confluencia de las calles Ciudad de Barcelona e Infanta Isabel, ni sobre la generación de residuos de la construcción que se vayan a producir durante la ejecución de la obra. En este sentido, el Gobierno regional considera necesario que se determine el volumen de residuos que se prevé generar, un modelo de gestión de los mismos, métodos de transporte y el destino final.