La Santa Sede pide a la ONU una posición pro vida ante la crisis

MADRID- Desde Ginebra, el representante de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Silvano Tomasi, pidió a la comunidad internacional una respuesta a la crisis económica y la epidemia de gripe que considere el derecho a la vida desde la concepción. También señaló que «la ausencia de un lugar para la promoción de la vida humana en el centro de las decisiones de atención médica se traduce en una sociedad en la que el derecho absoluto a la atención básica de salud y la vida se ven limitados por la capacidad de pago». Cooperar, un «imperativo»El arzobispo afirmó que «en un mundo cada vez más interdependiente, la enfermedad y los virus no tienen fronteras, y por lo tanto, una mayor cooperación mundial no sólo se convierte en una necesidad práctica, sino en un imperativo ético de la solidaridad». Tomasi recordó la disponibilidad de la Iglesia Católica de seguir ayudando en materia sanitaria a través de sus 5.378 hospitales, 18.088 dispensarios de salud, 15.448 hogares de ancianos y discapacitados, y otros programas de atención.