La tuneladora de la L9 llega a El Prat

BARCELONA- La nueva terminal del aeropuerto de El Prat vio ayer como el túnel de la futura Línea 9 del metro llegaba hasta sus proximidades. Y llegó entre la alegría de una nutrida comitiva encabezada por el president de la Generalitat, José Montilla, y el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal. Pero sólo llegó la tuneladora. De ahí a que sea un tren o un metro el que recorra el subsuelo del aeropuerto puede llover mucho. Y es que desplazarse hasta la nueva T-1, que se inaugurará en verano, resultará, como mínimo, molesto. Las únicas posibilidades de acceso, para los más de 30 millones de pasajeros anuales que harán uso de las nuevas instalaciones, serán por aire y por carretera. Por ahora, tendrán que utilizar un vehículo privado, el taxi o los autobuses lanzadera que se pondrán a disposición de los usuarios. La llegada del tren y del metro no se espera hasta dentro de, como mínimo, tres años. El president explicó que, durante el acto simbólico del final de la perforación del tramo del túnel entre el polígono Mas Blau y la nueva T-1, la llegada de la L-9 del metro al aeropuerto «hará volar más alto a El Prat» hacia una «meta de país». «La L-9 es el proyecto de obra pública más importante que se está realizando no sólo en Cataluña, sino en España y, seguramente, en Europa», añadió Montilla. La tuneladora empezó a trabajar en marzo de 2008 y, una vez finalizado este tramo de túnel, se han iniciado los trabajos para desmontar la máquina y extraerla a piezas por medio de grúas de gran tonelaje, en el pozo situado poco antes de la futura estación de la L-9 de la terminal entre pistas, a unos 200 metros antes de la T-1. El tramo, de 4,3 kilómetros, contará con tres estaciones, una de ellas en la futura Terminal 1. El diputado de CiU en el Parlamento de Cataluña, Josep Rull, sin embargo, tildó el acto de «performance» y advirtió de que «por un mínimo sentido de vergüenza política, Montilla y Nadal deberían evitar este tipo de espectáculos públicos», dado el incremento extraordinario» en el coste de las obras de la Línea 9 y la escasa eficiencia de la tuneladora que ha llegado al aeropuerto de El Prat, al haber sido capaz de perforar «sólo once metros al día». Según Rull, esta tuneladora puede alcanzar los 60-70 metros perforados por día. Y eso sin contar con que desde el 28 de marzo de 2008, ha estado parada durante 176 días. Es decir, un 49 por ciento del tiempo total. y «cada día ha supuesto un incremento del coste que pagamos entre todos los catalanes», aseveró Rull. Sobre el coste de la obra, Rull también hizo especial hincapié en que de los 2.400 millones de euros presupuestados al comienzo de las obras se pasó a 3.700 millones para, finalmente, ascender hasta los 7.000 millones de euros. El traspaso de Cercanías Rull también aprovechó para exigir al Govern que no sólo negocie con el Ejecutivo el traspaso de los servicios de Cercanías y media distancia, sino también la transferencia de la titularidad de las infraestructuras ferroviarias en Cataluña. Para ello, los convergentes han cursado un apetición en el Parlament en la que se insta al traspaso completo.