Prevención
Las microvarices aumentan en la población adolescente
Si bien las varices se han considerado una patología típicamente femenina que se presenta en mujeres mayores de 30 años, en los últimos tiempos «se está observando un aumento en el desarrollo de microvarices o arañas vasculares en edades cada vez más tempranas, inclusive en adolescentes», afirma Daniel Vogelfang, director médico del Centro de Estudios Vasculares de Madrid.
Generalmente, este tipo de varices representa un problema estético, pero suele acompañarse de ardor o picor local. Las de mayor diámetro provocan, además, síntomas como dolor, pesadez de piernas, calambres o hinchazón y, de no tratarse, pueden evolucionar a complicaciones más graves (flebitis, alteraciones de la piel y úlceras en las extremidades) y el consiguiente aumento de las varices.
«Las varices constituyen la patología vascular más popular, ya que afectan al 20 por ciento de la población adulta», apunta este especialista. «Se trata de un proceso cuyo mecanismo fisiopatológico es conocido, pero del que se ignora la causa». Los antecedentes familiares, los embarazos y permanecer a menudo de pie son importantes factores de riesgo para padecer este problema. Según explica Vogelfang, dependiendo de las características del paciente, «las medidas terapéuticas son muchas y variadas».
Una de ellas son los tratamientos no quirúrgicos de varices y arañas vasculares, que, según señala este experto, «consisten en irritar la vena provocando su inflamación, cierre y posterior reabsorción: es la llamada esclerosis de varices».
En este punto, Vogelfang explica que la reciente incorporación a la práctica clínica de un sistema que permite aplicar simultáneamente la esclerosis y la radiofrecuencia (DuetSystem) ha permitido reducir hasta un 40 por ciento el tiempo de tratamiento, aumentando el grado de satisfacción del enfermo desde la primera sesión al tratarse de un sistema más económico, incluso, que el láser y que consigue eliminar algunas complicaciones (hematomas, inflamaciones, manchas en la piel).
«El sistema consiste en el uso de la radiofrecuencia de forma simultánea con la inyección. La misma aguja con la que se realiza la inyección de esclerosante funciona como electrodo permitiendo que la energía de la radiofrecuencia sea liberada en el interior de la vena, es decir, directamente en el lugar donde debe actuar», concluye Vogelfang.
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