La conselleria de Salut hizo ayer público el incremento del número de tarjetas sanitarias en Cataluña, un día después de que el presidente de la Generalitat, José Montilla, pidiese en Valencia, que la financiación tenga en cuenta la realidad demográfica. La población con «derecho a asistencia sanitaria» suma, hoy por hoy y, según datos del departamento de Salut, 7.611.711 personas. Es decir, el sistema debe responder a la demanda de atención médica de 108.593 personas más respecto de 2008. En términos porcentuales, el aumento de tarjetas sanitarias activas corresponde a un 1,45 por ciento. Una cifra que, aunque «importante», es inferior a la registrada el año pasado cuando el aumento fue de 2,44 por ciento en comparación a 2007. Más del 60 por ciento de altas corresponde a personas extranjeras. El cómputo, actualizado anualmente por el Registro Central de Seguros, «permite disponer de una referencia para todo el sistema sanitario -público- con unos datos compartidos por todos, aprobados y estables durante un periodo de tiempo», apuntó la conselleria en un comunicado. Y, así, definir también la estrategia políticosanitaria, la estructuración de los servicios, y determinar «la financiación de la red». ¿Y los profesionales? Pero el denominado «modelo catalán» no sólo depende del número de tarjetas o de los ciudadanos con derechos, sino también de los recursos materiales y profesionales de los que se disponen para prestar un servicio equitativo y sostenible. La crisis lo pone de manifiesto, y así lo asume Salut. «Estamos revisando con tranquilidad las alternativas de financiación», dijo ayer Geli ante la audiencia de la V Annual Health Care Congress Europe, en Bruselas. En Tarragona el aumento de tarjetas ha sido de un 2,2 por ciento, en Barcelona es de un 1,1 por ciento, en Terres del Ebre de un 1,2 por ciento, en la Cataluña Central un 1,8 por ciento y en el Alt Pirineu y Aran un 0,7 por ciento. Se desconoce con cuántos médicos cuenta Cataluña. No hay registro creado aún. En cuanto a las enfermeras, reiteran que como mínimo faltan 15.000 para dar esa atención equitativa y sostenible. Mejor financiación a la larga

«Ahora estamos en recesión y no sabemos cuánto va a durar, por lo que tenemos que ser totalmente responsables». Con esta máxima, la consellera de Salut, Marina Geli, quiso defender ayer, en Bruselas, en el V Annual Health Care Congress Europe, la necesidad de buscar «alternativas» de financiación para el «modelo catalán» de salud pública. «No quiero cambiar de modelo», recalcó, porque «es bueno». Pero la crisis aprieta y la esperanza de vida y la presión demográfica y la necesidad de modernización constante. «Sin crear alarma», sobre todo, para que la estrategia financiera no se convierta en un simple parche, para una atención equitativa y sostenible, Salut está estudiando «diferentes alternativas de financiación» para lograr el dinero suficiente.