«Los efectos de entrenar al cerebro duran hasta dos años»

Conocer los mecanismos y los misterios del cerebro es su pasión. El profesor Koene insiste en que la adquisición de nuevas ideas sobre el mismo serán claves para aplicar nuevas técnicas que palíen los problemas de las demencias, métodos que desarrolla en el Departamento de Neuroingeniería de Fatronik-Tecnalia, en el marco de la iniciativa FIK.
-¿Qué es la ingeniería biomédica? ¿Y la neuroingeniería?
-La bioingeniería implica el uso de principios de ingeniería para diseñar nuevas soluciones en los campos de la Biología y la Medicina. Un tipo de ingeniería biomédica es la que se centra en la función cerebral a nivel cognitivo, motor y sensorial.
-¿Qué aplicaciones podemos encontrar en este campo?
-Es importante tener en cuenta que este campo es muy joven. Dicho esto, algunos ejemplos son: la neurorehabilitación, una combinación de procedimientos que incluyen cambios en el estilo de vida y terapias como la formación cognitiva para recuperar la pérdida de algunas funciones (por ejemplo, la memoria). El entrenamiento cognitivo, un programa patrocinado por el Instituto Nacional de la Salud en EE UU, se trata de sesiones de entrenamiento cognitivo que mejoran la memoria, la concentración y la capacidad para resolver problemas de personas sanas e independientes, mayores de 65 años. Las mejoras persisten durante, al menos, dos años después de la formación.
-Por el momento, no es un campo muy conocido de la Medicina, ¿por qué?
-La neuroingeniería ha tomado impulso en los últimos años debido a que se ha beneficiado de la reciente revolución de la neuroinformática. Gracias a ella ha aumentado la capacidad para procesar complejas cantidades de información acerca de la función cerebral. Los primeros éxitos, como el uso de la estimulación cerebral profunda son cada vez más conocidos por la población. A pesar de ello, llevará un tiempo antes de que esos logros sean reconocidos.
-Sobre las demencias, aún queda mucho por aprender. ¿Cómo contribuye la neuroingeniería?
-Investigamos los dominios cognitivos de la función ejecutiva: memoria, atención, percepción y control motor, que son afectados por el deterioro de las condiciones neurológicas, como la enfermedad de Alzheimer. Mediante los conocimientos acerca de los efectos neuronales, ofrecemos tecnologías que supervisan las rutinas diarias de los pacientes. A través de la neuroingeniería, nuestro objetivo es el de alargar la calidad de vida en el entorno familiar.
-¿Cuánto queda por conocer sobre el cerebro y el control de las habilidades motoras?
-El control motor es uno de los campos más avanzados de la neurociencia. Estos avances se suceden rápidamente y está claro que son tiempos apasionantes para la neurociencia, aún es mucho lo que no conocemos sobre el control de las habilidades motoras. Las funciones cognitivas superiores, que participan en el control motor voluntario y en etapas de aprendizaje de tareas complejas, aún se desconocen.
-¿Será este siglo el momento en que se revelen las claves para el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas?
-Soy cautelosamente optimista. Creo que es probable que en este siglo descubramos cómo los mecanismos fundamentales del cerebro interactúan para obtener las funciones cognitivas que usamos y experimentamos. Cuando lo entendamos, descubriremos cómo las enfermedades rompen los puntos clave de esta interacción.
-¿Podría explicar el proyecto Netmorph?
-Es una plataforma neuroinformática desarrollada en colaboración con investigadores de la Universidad de Ámsterdam. A través de distintos modelos de cálculo utilizados por neurólogos, se simula e investiga la forma en que los circuitos neuronales del cerebro se desarrollan desde la concepción, a través de la infancia, y cómo la actividad se transforma en cambios físicos en la estructura de las conexiones entre neuronas.