Demografía

Los madrileños los más longevos

La Razón
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Madrid- La esperanza de vida de los ciudadanos madrileños es la más alta de toda Europa y una de las más altas del mundo al situarse en los 81,9 años de media, de la que 78,43 años corresponde a los hombres y 84,98 a las mujeres de la Comunidad de Madrid.

Así lo revela el «Informe del Estado de Salud de la Población de la Comunidad de Madrid 2007», que presentó ayer la viceconsejera de Sanidad, Belén Prado. Este informe recoge un conjunto de indicadores socio-sanitarios que reflejan la evolución de la salud de los madrileños así como la incidencia de la enfermedad.

Según este estudio, los madrileños superan en 2,6 años la esperanza de vida media española, que se sitúa en los 79,3 años, y en 1,4 a Suiza, que, con 80,5 años de media, es el país europeo con más esperanza de vida.

La mejora de la salud de la población madrileña sitúa a Madrid como la comunidad con más alta esperanza de vida al nacer, condicionada, entre otras variables, por el incremento de la calidad de vida y de la infraestructura socio-sanitaria. Estos factores contribuyen a la reducción de la mortalidad por casos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, digestivas y transmisibles (como el SIDA).

En cuanto a la población infantil, el informe revela que Madrid registra la mortalidad más baja de su historia y se sitúa por debajo de la media española con 3,58 muertes por cada mil habitantes, frente a las 3,8 del territorio español. Las enfermedades que generan más mortalidad son las cardiovasculares con 11.784 fallecimientos y las asociadas al cáncer con 11.563 defunciones.

Prado ha recalcado que este dato descendente se da en un momento en el que el número de nacimientos se ha incrementado considerablemente, hasta llegar a cerca de los 70.000 partos en 2006, cifra que no se alcanzaba desde los años 80, gracias a la inmigración.

La continua mejora de la salud infantil se observa gracias a las continuas inversiones en tecnologías, la generalización de los cribados neonatales y la atención al niño sano, con coberturas próximas al 100%. Además, las tasas de cobertura de vacunación infantil sobrepasan el 90%, una de las más elevadas de Europa.