País Vasco
Los vascos podrán elegir la lengua de sus hijos y ser funcionarios sin saber euskera
madrid- El acuerdo para el cambio democrático en el País Vasco tiene un alcance que era inimaginable cuando el PSE y el PP vasco iniciaron la negociación. Faltan flecos por cerrar, pero su contenido, por escrito y firmado, se oficializará el martes o el miércoles. La letra confirma el esfuerzo de los dos partidos por estar a la altura de las circunstancias históricas que les ha tocado protagonizar. Fuentes de la negociación adelantaron a LA RAZÓN que el capítulo sobre la lucha contra el terrorismo cierra la puerta a la negociación con ETA, aunque no se exprese con esta literalidad. El texto tiene reminiscencias del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo que se firmó en la segunda Legislatura de Aznar, y que quedó en papel mojado durante el «proceso» con la banda etarra del primer mandato de Rodríguez Zapatero. PSE y PP defienden la derrota de ETA y proclaman que nunca se pagará ningún precio político por el fin del terrorismo. El documento también incluye una batería de compromisos muy claros para la deslegitimación social y política de ETA y de su entorno, así como el apoyo expreso a las víctimas, la reforma de la Ertzaintza y el rechazo a los símbolos etarras. La redacción no va contra nadie, sino en favor de la «construcción de la convivencia». Los acuerdos en política lingüística tienen una dimensión histórica en sí mismos. El PSOE ha votado algunas de las políticas del PNV en estos años pasados. Pero ante la apuesta de las urnas por el cambio, los socialistas se comprometen con los populares en derogar toda la normativa que ha impulsado el Gobierno de Ibarretxe, sobre todo en la última Legislatura, para imponer el euskera como lengua vehicular. El texto pactado defiende la libertad de elección y que el euskera no sea un factor discriminatorio ni en la enseñanza ni en el acceso a la función pública. Para ello se anularán las normas que apuntan en esa dirección -no se establece un plazo de ejecución- , y que han dejado sin efectividad la legislación vigente, es decir, la Ley de Escuela Pública Vasca, que regula los tres modelos de enseñanza. El modelo A, que dependería de la zona y de la demanda, permite la enseñanza en castellano con el euskera como asignatura. La referencia de marco de convivencia es el Estatuto de Guernica y su desarrollo competencial. El PSOE también renuncia a su modificación, por falta de consenso, pero las dos partes defenderán la treintena de transferencias pendientes, como la de las políticas activas de empleo. La reforma de la EITB afectará a la línea editorial, a cuestiones tan simbólicas como los mapas de España y al cierre de espacios a los violentos. El PP logra así hacer valer el grueso de sus principales exigencias políticas.
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