Sevilla

Luis Bolívar se compromete y triunfa

Bolívar, en un quite por tafalleras, ayer en Sevilla
Bolívar, en un quite por tafalleras, ayer en Sevillalarazon

- Sevilla. 6ª de la Feria de Abril. Toros de Peñajara, flojos y bruscos, excepto el sexto, bueno aunque con la cara alta. Tres cuartos de entrada.- Antonio Barrera, de corinto y oro, estocada (silencio); estocada (silencio).- Juan Bautista, de negro y oro, estocada corta (silencio); estocada (silencio).- Luis Bolívar, de grana y oro, media estocada (silencio); estocada (oreja).

SEVILLA- Los toros de Peñajara, excepto el sexto, no colaboraron al lucimiento de los diestros. Antonio Barrera dio muestras de su buena voluntad. Juan Bautista, técnico y eficaz, careció de chispa y alegría apara adornar su labor. Luis Bolívar dio a entender desde que salió que se iba a arrimar. Y así fue. Seguro y torero en su primero, se vació ante el sexto al que entendió muy bien. Torear no sólo consiste en dar pases. Es imprescindible entender al toro y darle la lidia exacta.Saludó Bolívar al tercero con verónicas valerosas, cargando bien la suerte. Inició la faena con muletazos por bajo dominadores. Las tres tandas diestras que siguieron, muy emotivas porque el toro embestía con violencia. Los naturales, citados con la muleta hacia fuera y separada, apagaron el entusiasmo. Debió seguir con la diestra e intentar el natural más tarde. Gran méritoSe acopló bien al sexto, bueno pero de embestida a media altura. Su mayor mérito, aparte de la decisión, encontrar la distancia de la muleta, acorde con la elevada arrancada. La faena, de menos a más, tuvo mérito y sabor, hasta finalizar con regusto. Los naturales y derechazos, templados y, cuando dominó, rematados atrás. Todos muy acompasados y largos. Torear a una res que no humilla es difícil y peligroso. Antonio Barrera puso voluntad en la faena del primero, blando, sin humillar y derrotón. Las varias series por ambos pitones, esforzadas y peligrosas. Voluntad y poco más. Con el cuarto, reservón y corta arrancada, se mostró valeroso; lo intentó por ambos pitones pero no hubo brillantez. Los mejores muletazos, los doblones iniciales y una tanda diestra.Juan Bautista recibió al segundo con buenas verónicas, ganando terreno y manos bajas. La faena, compuesta pero sosa. Las tandas por ambos pitones, correctas aunque sin la emoción precisa para calentar el ambiente. Cierto que el animal no transmitía, pero tenía nobleza. Correspondía al diestro aportar alegría. Pero imperó la insulsez. El quinto, brusco y sin franqueza, no le permitió florituras. El diestro galo realizó una labor tranquila que el público, ya harto de tanto toro inútil, no reconoció.