Más madera

Del árbol caído todos hacen leña, y del árbol talado no digamos. Estamos ante un nuevo conflicto entre la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Nunca como ahora ambas instituciones han protagonizado tantos enfrentamientos entre sí, ni siquiera cuando fueron gobernadas por partidos de distinto signo. El nivel de desacuerdos y denuncias está batiendo récords, y en contra de lo que se dice, de que es normal que se produzcan diferencias institucionales, no es bueno, ni aconsejable el que se llegue al estado a que se ha llegado. La última es grave. La Comunidad está dispuesta a denunciar ante la Fiscalía al Ayuntamiento por la tala y poda de árboles en la calle de Serrano. La Comunidad se sumó a las primeras quejas populares y amenazó con meter en cintura al Ayuntamiento; la delegada de Urbanismo respondió diciendo que eso era populismo, porque los árboles talados pertenecen a una especie que abunda mucho. La reacción no tardó en llegar y la propia Esperanza Aguirre ha anunciado que el Ayuntamiento será denunciado por esto que podríamos llamar «delito ecológico», y que no es otra cosa que la evidencia de que las relaciones entre ambas instituciones no mejoran, como no mejoran, aunque traten de aparentar lo contrario, las relaciones entre Gallardón y Aguirre.