México

Mini-barcos para aguas más limpias

Una empresa vizcaína propone acabar con los desperdicios de los ríos con la creación de sistemas urbanos de drenaje sostenibles que controlan los residuos desde su origen.

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Por desgracia, la contaminación de ríos y láminas de agua es demasiado frecuente. «El principal problema de la polución por desechos flotantes es que resulta muy compleja de muestrear en origen, ya que se trata de una fuente de infección de difícil localización o difusa», explica Niall Tynan, director técnico y uno de los fundadores de la firma Urgarbi Servicios Ambientales, encargada de la gestión y limpieza de aguas superficiales. «La basura se origina en distintos lugares. Su vertido es intermitente y está ligado a fenómenos aleatorios, como la lluvia, el viento o los usos del entorno. De ahí la necesidad de controlarla», añade Tynan.En menos de un año de vida, Urgarbi ya ha realizado las tareas de recolección, evaluación y monitoreo de los residuos sólidos flotantes o basuras marinas del estuario del río Nervión. Para ello, además de limpiar la suciedad de la ría de Bilbao con un buque anticontaminación, realizan estudios sobre este tipo de desechos.

IdentificaciónEntre otros datos, Niall Tynan y su socio, Fernando Astorki, han analizado la composición de dichos residuos, así como en qué cantidad se han producido y a qué atiende su distribución espacial. «Una gestión exitosa del problema de las basuras marinas requiere aumentar su conocimiento, incluyendo la identificación de las formas dominantes de desechos, su abundancia y la identificación de las actividades y de los comportamientos humanos que están produciendo dichos residuos». La información obtenida en el programa de monitoreo constituirá un primer paso hacia la comprensión y minimización de las basuras en el estuario del Nervión.Además de esta actividad de análisis, las previsiones para la actual crisis y los resultados y conclusiones que los jóvenes han obtenido de su estudio les han hecho plantearse una diversificación del proyecto. En este sentido, Urgarbi propone nuevas líneas de negocio de carácter más preventivo. Así surge el diseño y la implantación de lo que han denominado «sistemas urbanos de drenaje sostenibles». «Hemos observado que en el Nervión las aguas pluviales y las redes de saneamiento arrastran y vierten muchos de los residuos sólidos flotantes que nosotros estamos recogiendo», afirma Tynan, quien añade que, «para reducir dichos aportes es necesario controlarlos desde su origen y esto se puede conseguir implantando técnicas de drenaje urbano más efectivas».

Suelos impermeablesSegún aclaran los jóvenes, la edificación y el desarrollo urbanístico provocan la impermeabilización de los suelos, lo que hace que se modifique su capacidad natural para retener e infiltrar el líquido elemento. Esta alteración del ciclo natural del agua en la ciudad tiene como consecuencia inmediata un aumento en la acumulación y volumen del agua de escorrentía (procedente de la lluvia). En este sentido, el excedente de escorrentía sobrecarga las redes de saneamiento y provoca que éstas se desborden, lo que produce, por un lado, la inundación de zonas vulnerables y, por otro, la disolución y transporte de contaminantes depositados en carreteras, aceras o zonas industriales. «Con los sistemas urbanos de drenaje sostenibles se consigue reproducir el ciclo hidrológico natural previo a la urbanización o actuación humana, minimizando así los impactos del desarrollo urbanístico tanto en la cantidad como en la calidad de la escorrentía», puntualiza Tynan.

UNA LABOR RECONOCIDALos dos socios de Urgarbi trabajaron durante cuatro años en la búsqueda y desarrollo de nuevas oportunidades de negocio en el mercado Iberoamericano. «Una de las líneas de estudio en la que trabajamos se centró en la limpieza y saneamiento de las zonas costeras en México, proyecto que incluía la limpieza de la lámina de agua. Tras esta experiencia, empezamos a estudiar la viabilidad de un servicio de limpieza y monitoreo de la contaminación flotante en el norte de la Península y decidimos probar suerte», explican los jóvenes. Emprender con éxito en tiempos de crisis no ha sido fácil. Pero, según reconocen, «ha merecido la pena». Además de poner su granito de arena en el cuidado del medio ambiente, les ha valido un reconocimiento en forma de galardón. El Premio Bancaja Jóvenes Emprendedores que han recibido les ha supuesto un espaldarazo en su evolución empresarial.