España

Misión cumplida para el primer «bebé medicamento»

El cordón umbilical de Javier, seleccionado genéticamente, ha curado la beta-talasemia de Andrés, de siete años.

La familia Mariscal se mostró ayer feliz en el Hospital Virgen del Rocío
La familia Mariscal se mostró ayer feliz en el Hospital Virgen del Rocíolarazon

Madrid- Javier nació el pasado 12 de octubre. Cinco meses más tarde, este recién nacido ya ha cumplido la labor para la que vino a este mundo: librar a su hermano Andrés, de siete años, de una anemia congénita severa, la beta-talasemia mayor. Lo ha hecho con ayuda de la sangre de su cordón umbilical, seleccionado genéticamente para que su perfil de histocompatibilidad con Andrés fuera idéntico. Y también gracias a los médicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que hace dos años comenzaron el tratamiento de reproducción asistida que ha culminado con el nacimiento de Javier y el trasplante de sangre de cordón. Se trata del primer tratamiento completo con un «bebé de diseño» llevado a cabo en España y el primero del mundo en curar la enfermedad de Andrés.El jefe del Servicio de Hematología, Álvaro Urbano, y el responsable de la Unidad de Hematología Infantil del Virgen del Rocío, José María Pérez Hurtado de Mendoza, precisaron que la realización de este trasplante tuvo lugar el pasado 23 de enero, si bien no fue hasta el 18 de febrero cuando se le dio el alta, informa Efe. A día de hoy, los médicos consideran que el niño ya está libre de la enfermedad. Se trataba de una dolencia genética que limitaba su esperanza de vida a los 35 años y que le ataba a los hospitales, pues debía someterse a continuas transfusiones sanguíneas. Su única opción era encontrar un donante de médula ósea compatible o bien conseguir el «donante perfecto», como calificó ayer el hospital al pequeño Javier.Una terapia complejaAndrés ha sido afortunado. Tener un hermano histocompatible no le garantizaba la curación, y la terapia a la que ha sido sometido, según admitieron los médicos, no estaba «exenta de riesgos». Además de recibir la sangre de cordón umbilical, el niño ha tenido que someterse a quimioterapia. Incluso con «el mejor de los donantes posibles», la técnica no funciona en todos los casos. Fuentes de la propia Organización Nacional de Trasplantes reconocen que sólo en el 10 por ciento de los intentos se consigue un bebé medicamento como Javier. Por otro lado, esta técnica, autorizada con la reforma de la Ley de Reproducción Asistida en 2006, tiene implicaciones éticas. La Iglesia y numerosos científicos se oponen porque, para seleccionar al bebé deseado, hay que desechar otros embriones no compatibles. Pero la familia de los dos niños protagonistas de la historia quiere alejarse de polémicas y olvidar su calvario. Soledad, la madre de Andrés y Javier, zanjó así la discusión. «Yo no he hecho nada malo. Sólo salvar la vida de mi hijo».Otras 46 familias en toda España ya han pedido permiso (la ley obliga a revisar caso por caso) y esperan para hacer lo mismo.