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Paracaidistas

La Razón
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Nadie sabe si David Lucas es el hombre. Nadie sabe si ganará a Gallardón. No parece. Pero tiene derecho a intentarlo o, al menos, a saberlo con la antelación suficiente para evitar esa especie de Operación Triunfo socialista. Lucas y su equipo (equipo = Pedro Sánchez) se lo están currando desde hace dos años y se merecen una mínima consideración. Pero a Ferraz le «ponen» los paracaidistas como al presidente Revilla le ‘pone' España y las anchoas. Es como si en Ferraz hubiera un Risto Mejide con muy mala uva al que nunca nadie de dentro le parece lo suficientemente bueno y se tuviera que poner a buscar fuera lo que cree que no tienen en casa. No se puede obligar constantemente a alguien a quemarse a lo bonzo contra Gallardón y luego sacarse de la chistera un Gabilondo, una Corredor o cualquier otro conejo. Perdón: ministro. El PSM tiene una extraña habilidad para meterse el dedo en el ojo. No hay más que ver este repentino amor que le han cogido en la Asamblea al Word para hacer documentos internos que cuando se leen fuera parecen redactados por el PP. La nominación no la conoceremos hasta bien entrado el otoño. Quizá habría que pedirle a alguien en el PSM – a Tomás Gómez- que antes de irse de vacaciones deje caer alguna otra cosa: un guiño, por ejemplo. Los efectos del paracaidismo ya los conocemos. ¿Qué tal si probamos a mantener a alguien? Por probar, nada más.