Nueva York
Primeras fotografías del ataúd de un soldado muerto en el frente después de 18 años de prohibición
Un viento frío en la Base Air Force de Dover (Delaware) espera a un sargento caído en Afganistán en su vuelta a casa. Se le recibe con honores: Ocho efectivos con uniforme de camuflaje y guantes blancos levantan su ataúd envuelto con la bandera de Estados Unidos. Ninguno descansa los brazos, caminan a paso firme, nadie arrastra los pies, transportan el ataúd con gesto serio y nadie hace muecas. La boca se mantiene cerrada y los ojos bien abiertos. Son las normas cuando llegan los caídos de las guerras de Afganistán e Irak a Estados Unidos. Todos reciben este tratamiento. Da igual que haga sol, llueva o nieve. No importa que sea de día o de noche. Tampoco, que hayan venido los familiares o que nadie aparezca para recibir al soldado. Es el tributo de sus compañeros. Se lo han ganado. El silencio sólo se rompe con una orden: "Presenten armas". Después, se traslada el cuerpo del soldado al mortuorio de Delaware, el mayor en Estados Unidos. Esta ceremonia se ha repetido unas 4.900 veces desde que empezaron las guerras que libra Estados Unidos en Afganistán en octubre de 2001 y en Irak en marzo de 2003. Pero, el pasado domingo por la noche el silencio solemne que se rindió a la llegada del cuerpo del sargento de los Air Force Phillip A. Mayers, de 30 años, se interrumpió por el ruido de los flashes de los fotógrafos. El Presidente Barack Obama ha puesto fin a la prohibición de 1991. Entonces, el líder republicano George H. W. Bush negó el acceso a los medios de comunicación a estas ceremonias de recibimiento de los ataudes de los caídos en el frente. Su decisión se justificó en aquel momento en tiempos de la Guerra del Golfo Périsico como medida de protección de la intimidad de las familias de los soldados. Las críticos recriminaron que era una estrategia para esconder el coste humano de la contienda. Pero, ha tenido que ser Obama el que termine con esta prohibición, ya que ni el demócrata Bill Clinton ni el republicano George W. Bush cambiaron las reglas. Durante el curso de los años, ha habido algunas excepciones. La más destacada fue en 1996 cuando Bill Clinton recibió los restos del Secretario de Comercio Ron Brown y otras 32 personas que perdieron la vida en un accidente de avión en Croacia. De ahora en adelante, la Prensa podrá presenciar la llegada de los fallecidos en el frente si los familiares dan permiso. En este caso, la viuda del sargento de Phillip A. Mayers ha sido la primera en dar consentimiento a que las cámaras recojan el regreso de su marido a casa, pero declinó ser entrevistada o fotografiada.
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