Asturias

Real de la Feria

La Razón
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Cuando estén leyendo esta crónica ya serán historia todo los fastos «sarkozianos»: cena real, recepciones y otros actos sociales propios de toda cita de Estado. Empezaremos a ver imágenes de la tan esperada Bruni con la Reina, con la Princesa de Asturias; y habrá una catarata de comentarios para todos los gustos. Se harán quinielas sobre quién ganó la batalla de la elegancia. Cuando estoy escribiendo este artículo el único vestido que conozco es el de Carmen Tello, creado por Victorio y Lucchino y de color azul. Tiene un aire de traje de corte de toda la vida; como complemento lucirá un aderezo de brillantes con diseño de Luis Gil, el más grande en esto de la joya, pero tiempo habrá para despachar a gusto este tema. Por cierto, puede producirse una sorpresa. Por motivos de tiempo y seguridad no está en el protocolo, pero «por si un acaso», tan propio del presidente galo, está todo previsto porque Sarkozy tiene un sueño: ver una corrida en la Real Maestranza; sabida es la admiración de Nicolas por nuestra ciudad, tanta que hasta las camisas se las hace el gran Pepe Cañete; ayer mismo se le entregaron en Madrid 12 de distintos cuellos y colores. El Real de la Feria estará a tope cuando regrese hoy de la capital de España; me iré directamente a la Feria. A esa hora, la Duquesa Cayetana, con la primavera corriendo por sus venas, estará en el paseo con su tiro de mulas y acompañada de sus amigas Carmen Tello –recién llegada de la cena real–, Mámer Revuelta y Marta Talegón. A la hora del tapeo llegará a la caseta de Loli y Tere Reina. Y no dudo de que la Duquesa se pueda hasta arrancar por sevillanas. Por cierto, algunos con lengua bífida comentan que Alfonso Díez podría pasear de corto y a caballo por el Real; qué poco conocen a Cayetana los que propagan estos bulos. Y... ya se sabe, que no se acabe, por favor, que no se acabe ni la tarde ni la noche ni mucho menos la Feria, que se presenta buena, que hay que disfrutarla y vivirla y, por favor, aparte de ir bien vestidos de acuerdo con la caseta que se visite, en este año vuelvo a insistir: que no presenten a nadie como mexicano, así todos más tranquilos.