Retro corrupto

Dirección: Gavin O'Connor. Intérpretes: Edward Norton, Colin Farrell, Jon Voight, Noah Emmerich, Jennifer Ehle. FEE UU, 2008. Duración: 130 minutos. Policíaco.

Invocar el nombre del Sidney Lumet de «Serpico», del William Friedkin de «French Connection» o del Michael Winner de «El justiciero de la ciudad» parece haberse impuesto como un tópico a la hora de hablar de un policíaco contemporáneo que busca sus raíces en el cine de los setenta.
Esta historia de corrupción policial, de asuntos internos y de padres e hijos, de orgullos y de glorias perdidas, podría pasar perfectamente por una película de esa década prodigiosa, tal es el realismo de su fotografía, la intensidad con que retrata las relaciones entre los personajes (especialmente la del poli interpretado por Noah Emmerich y su mujer, enferma de cáncer) y la brutalidad con la que se comportan algunos de ellos (pienso en Colin Farrell a punto de aplastar a un bebé con una plancha ardiendo), impensable en estos tiempos profilácticos. Sin embargo, su más destacable virtud (ese aire retro, tan deudor del cine de James «La noche es nuestra» Gray) es, también, su peor defecto: a su carácter eminentemente derivativo se le añade su imprudente previsibilidad. A los quince minutos de proyección sabes con exactitud todo lo que ocurrirá… ¡y dura dos horas y diez!