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Dublín

Ronaldo uno de los nuestros

La Razón
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Madrid-el entrenador del Real Madrid, Manuel Pellegrini, comienza a dejarse ver, sube la intensidad de los entrenamientos y comprueba como la integración de Cristiano Ronaldo y Benzema cada día es mejor. Cuando mira a los holandeses de la plantilla la cosa cambia porque Van der Vaart, Sneijder, Drenthe, Van Nistelrooy, Robben y Huntelaar saben, como ya se lo comunicó Jorge Valdano, que su futuro está muy lejos de Valdebebas y del Santiago Bernabéu. El único que podría tener alguna opción de quedarse, dependiendo de los últimos fichajes, puede ser Sneijder, ya que al técnico Pellegrini no le desagradan sus maneras de jugar y piensa que puede ayudar al grupo. En principio, todos viajarán mañana a Irlanda donde el Real Madrid estará unos días concentrado en Dublín. El único que puede no subirse al avión es Huntelaar en caso de que acepte la oferta del Stuttgart. El acuerdo entre los clubes es total y el problema radica en la ficha que ofrece el club alemán que es bastente inferior a lo que cobra en el Madrid. Son la otra cara de un Real Madrid que ha comenzado con fuerza a la espera de completar la plantilla con otros dos jugadores. No se puede descartar a Xabi Alonso, pese a que Florentino Pérez no quiera pagar más de 27 millones, y el acuerdo podría cerrarse en torno a los 31 o 32 si en la operación entra Álvaro Arbeloa. La opción Cazorla o Ribery está ahí y hasta el 30 de agosto, fecha en que se cierra el mercado pueden pasar muchas cosas, aunque Jorge Valdano, con buen criterio, quiere cerrar la plantilla cuanto antes para que el equipo trabaje bajo un mismo patrón y criterio. El que están adquiriendo Cristiano Ronaldo y Benzema. El portugués trabaja, demuestra su buena forma física y se ríe con su amigo Heinze. Lo mismo que el francés que no se separa de su compatriota Lass al que consulta todo. Por otra parte, el sindicato internacional de futbolistas (FIFPro) mostró su apoyo al jugador del Bayern Ribéry y ha remitido una protesta ante la Comisión Europea y la FIFA por entender que el club limita la libre circulación del jugador.