Jonathan Ross, la estrella de la televisión británica volvió ayer a su puesto de trabajo. El célebre presentador, el mejor pagado de la historia de Reino Unido, comenzó su show con la mítica frase "¿por dónde estábamos?", después de haber estado suspendido de empleo y sueldo durante cuatro meses tras unos comentarios obscenos dirigidos al actor Andrew Sachs. Después de hacer un chiste sobre la salida del presidente Bush, Ross matizó "¿quién podría ser tan estúpido de decir eso sabiendo que le están grabando?". En un tono mucho más serio, luego matizó "quería pedir disculpas, de nuevo". "Tenemos una gran responsabilidad, lo que hacemos es un privilegio y voy a ser más consciente de mis actos en el futuro", señaló. Junto con Russell Brand, Ross grabó el pasado mes de octubre unas bromas de tono soez con alto contenido sexual que hacían referencia a la nieta del conocido actor británico. Cuando éstas fueron publicadas por la prensa, más de 18.000 ciudadanos mostraron sus quejas a la cadena pública. Brand decidió dimitir, pero Ross se limitó a desaparecer del mapa hasta que las aguas volvieran a su cauce. Hoy viernes, se emitirá su primer programa.