Salgado afirma que «la crisis será larga» aunque ya se ve «una salida»

Aunque se tenga que quemar la mano, el Gobierno socialista está dispuesto a poner más carne en el asador antes que dar una imagen de brazos cruzados frente a la crisis. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, indicó ayer que el Ejecutivo emprenderá «políticas activas de creación de empleo», dejando la puerta abierta a nuevos planes de estímulo. Salgado, que se reunió con sus homólogos de la UE en Bruselas, adelantó que las nuevas medidas destinadas a la economía real serán «muy selectivas» y «efectivas». Y sugirió que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, podría anunciarlas durante el Debate sobre el Estado de la Nación.

Aunque nuestra economía será la última que salga de la recesión, como previó el lunes la CE, y el gasto social se disparará, por contar con el mayor número de parados en la Unión, la nueva ministra miró a la situación de nuestra deuda pública, por debajo de la media comunitaria, y a nuestro sistema financiero para respaldar una nueva pisada al acelerador. Además, las nuevas iniciativas no desviarán a España del camino marcado por la Comisión para reducir el déficit excesivo, ya que el equipo de Zapatero «hará todo lo posible» para situarse por debajo del 3% antes de 2012.

«Nuestra crisis será larga», indicó a los periodistas tras su primera reunión con los titulares de Economía y Finanzas de los Veintisiete, aunque añadió que «empezamos a ver el horizonte de salida». La ralentización de la subida del desempleo durante el mes de abril dio aliento a la ministra, sólo un día después de que las perspectivas económicas de Bruselas dejaran a nuestro país como uno de los más castigados, principalmente en la destrucción de empleo.

Esta semana, importantes voces europeas, como el comisario de Empleo, Vladimir Spidla, advirtieron de que el aumento constante de parados llevará a un incremento peligroso de la tensión social. A pesar de que España firma la mitad de la caída de ocupados en Europa, Salgado señaló que los posibles tumultos serán más cosa de «economías jóvenes que han accedido a la democracia hace poco tiempo» y recordó el «alto nivel» del diálogo social como cortafuegos para las revueltas en España. Desde que empezó la crisis, países como Islandia, Grecia, Francia, Letonia o Hungría han vivido protestas en sus calles.

Doblar el fondo

En el mismo encuentro en el que participó Salgado, los ministros de finanzas respaldaron duplicar hasta los 50.000 millones de euros el fondo para asistir a los Estados miembros afectados por graves desequilibrios en su balanza de pagos. La medida, que ya fue acordada por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, amplía el margen de actuación de Bruselas para esta crisis, en la que ya ha rescatado a Rumanía (5.000 millones) Hungría, (6.500 millones) y Letonia (3.100 millones). Aunque la UE todavía contaba con suficiente dinero para ayudar a nuevas capitales que pudieran colapsar dentro del techo actual de 25.000 millones, ha querido mandar el mensaje político de que ninguna economía colapsará en la Unión.

Este gesto va destinado a los nuevos Estados miembros, entre los que sólo dos (Eslovenia y Eslovaquia) se benefician de la fortaleza y la estabilidad aportada por el euro. Además, porque a este mecanismo únicamente acceden los socios comunitarios que no comparten la moneda única.