Sólo queda optimismo

Pese a la caída de ayer, la bolsa española lleva dos jornadas bastante buenas en comparación con el resto de grandes parqués europeos. Si el miércoles el Ibex lideraba los repuntes, ayer el desplome (1,13%) no fue tan grande como el registrado por sus homólogos de la eurozona. Es decir, que cuando tiene que subir, el selectivo nacional lo hace como nadie, pero cuando el rojo tiñe los mercados de la UE, el indicador español minimiza las pérdidas incluso con sólo tres valores en positivo. En la actual coyuntura, es fundamental no perder ni el optimismo ni la confianza.

Los inversores europeos reaccionaron bastante mal a la tozudez del presidente del BCE en mantener los tipos de interés en el nivel del 4%. Pese a que ya se sabía, algunos aún guardaban cierta esperanza y confiaban en la posible relajación de la política monetaria del organismo. Por esa «incusualmente elevada incertidumbre» made in Trichet, el euro perdió el nivel de 1,45 dólares, que ya parecía amarrado.