Joaquín Almunia

Thatcher y Reagan

La Razón
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En un artículo en El País, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, insistía en la patraña políticamente correcta de que la crisis ha sido producida por la libertad, como si no hubiera bancos centrales, como si el mercado libre rigiera en la economía y el dinero. Pero esta mercancía averiada es repetida. Más original fue dónde residenció el origen del mal: ¡Ronald Reagan y Margaret Thatcher! Es interesante el odio de los socialistas hacia estos dos mandatarios, muerto uno, anciana enferma la otra, y que dejaron de gobernar hace veinte años. Almunia no puede lamentar la gran creación de riqueza y empleo asociados a estos dos líderes, y tampoco reprocharles la privatización de empresas públicas, que fue lo mismo que hizo Felipe González, del que el propio Almunia fue dos veces ministro sin interrupción entre 1982 y 1991. Sospecho que los socialistas los odian no sólo porque ganaron elecciones y no gobernaron económicamente mal, sino porque desafiaron al socialismo y defendieron la libertad. Cuando se piensa en el fin del comunismo, el sistema más criminal que hayan padecido los trabajadores, se piensa en Thatcher y Reagan, o en Walessa y Havel, o en Juan Pablo II, nunca en González y Almunia. Es la grandeza moral y el apoyo a la libertad lo que odian. Puedes ser de derechas, pero sólo suscitas su inquina si no te rindes y les plantas cara. Por eso aborrecen tanto a Aznar o a Aguirre.