Londres

Un aniversario que hará época

La Razón
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Don Juan Carlos sólo bebió agua durante la fiesta que celebró el martes LA RAZÓN por su décimo aniversario, mientras que Juan González Cebrián fue el primero en pedir una copa de Rioja. Fue una buena manera de combatir los fríos polares. En Madrid el termómetro marcaba seis grados, pero el diario echaba humo. Allí recuperé la ternura y la eficacia de una Gloria Pujol, que ahora está en la casi humanitaria Sanofi con Miguel Ángel Aguilar. Y también me reencontré con la siempre deslumbrante Carmen Urrestarazu. Kardam «sigue igual» A su lado estaba su hija, Carla Royo-Villanova, que apenas comentó sobre su cuñado, Kardam, el heredero búlgaro. Sólo aseguró que «sigue igual». Y lo dijo con un ¡ay! ante una Marina Castaño redorada mientras justificaba «haberme retirado, porque no se gana nada de fiesta en fiesta. Hoy es una excepción», comentó cerca de Carme Chacón, a quien no dejé de preguntarle por qué el uso, o casi abuso, de la camisa blanca en sus desplazamientos en misiones especiales del Ejército. «Repito, porque es lo más cómodo». «Pero al menos, una manguita corta...», sugerí, a lo que respondió: «Impensable, no te olvides de los mosquitos, que pueden resultar mortales», aseguró. Curioso en la responsable de Defensa. Los invitados estuvieron pendientes del casi improvisado cónclave montado en mitad de la celebración-aniversario. El Rey estuvo casi diez minutos hablando con Rajoy, algo que no pasó desapercibido para una Soraya Sáenz de Santamaría abrigada en terciopelo negro. Es su color fetiche, mientras que Ana Botella lucía luminosa con una melena más clara y un traje dorado. Volvía de Londres, que ya casi es una segunda casa: «No sabes cómo están mis nietos y qué cosas nos dicen. Son un amor», exaltó feliz y muy rejuvenecida, ya que le han desaparecido sus hoyos faciales, me imagino que gracias a Carmen Navarro. Lo subrayó ante Camps, también más joven: «Son cosas de mi peluquero, nuestro amigo Tono San Martín. Casi no tengo pelo, pero él hace lo que puede», reveló festivo ante Pío García Escudero y un Jorge Fernández que está echando panza: «En Cataluña ya está encarrilado el PP, falta nos hacía», manifestó ante una Sara Montiel que confesó estar «muy viejecita». Fiel a sí mismo, Ramón Calderón apareció más delgado después de la campaña formada por quienes están «emperrados en separarme de mi esposa. No lo conseguirán», aseguró. Además, Curro Romero puso impronta de magisterio también humano. Es otro que evita la sociedad. Hablaron de la Duquesa de Alba. Zapatero se le acercó, le saludó y confesó ser «muy poco taurino, pero usted me produce mucho respeto por su humanidad». Lo dijo ante José Manuel Lara como notario de tal afirmación mientras desde su altura física no perdió detalle del cálido abrazo de Don Juan Carlos a Suárez Illana bajo una llamativa corbata verdosa. Fue un aniversario que hará época.