F-1

Australia

Un reglamento muy difuso

La Razón
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MADRID- Restan horas para que empiecen los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Australia y las controversias no han hecho más que empezar. El rendimiento del equipo Brawn GP ha sido demoledor durante la pretemporada y ahora todos están en contra, sobre todo Red Bull Racing, que oficialmente ha elevado una queja a la FIA por el presunto difusor ilegal que emplean estos coches. El difusor es un elemento situado debajo del alerón trasero, colocado justo al final del chasis. Es un mecanismo que sirve para pegar el coche al suelo más todavía aprovechando el flujo de aire que pasa por debajo del monoplaza. La FIA estableció unos criterios técnicos para su incorporación a los coches, pero Ross Brawn, director técnico y propietario del equipo, ha encontrado un pequeño vacío legal que ha sabido aprovechar. Cumple los requisitos de medida, pero ha encontrado la manera de obtener un mejor rendimiento que el diseñado por el resto de escuderías. Brawn fue el ingeniero con el que Michael Schumacher logró sus siete títulos mundiales, tanto en Benetton como en Ferrari. Siempre ha bordeado el reglamento técnico y todavía le acusan de llevar un control de tracción en el monoplaza con el que Schumacher ganó el primer título. En ese momento trabaja con ellos también Flavio Briatore, que recientemente volvió a negar que hicieran trampas. El caso es que los pilotos de Brawn correrán con el coche en esas condiciones, aunque cabe la posibilidad de que lo hagan bajo la amenaza de ser sancionados con posterioridad. Fue también Ross Brawn el que contrató al ingeniero de Ferrari que fue acusado de pasar el famoso dossier a McLaren, Mike Coughlan. Su relación con su conpatriota le costó el puesto finalmente, aunque previamente a este conflicto decidió tomarse un año sabático. De momento la confusión es total y hoy los comisarios técnicos tendrán mucho trabajo. Es el precio de modificar el reglamento técnico de manera tan radical. La lista de favoritos es muy amplia y la carrera de Melbourne se presenta como una de las más abiertas de los últimos años. Ferrari, Renault, BMW, Brawn GP e incluso Williams cuentan con mu- chas posibilidades. Los que están completamente fuera de las quinielas son los pilotos de McLaren-Mercedes, que han señalado que no tienen un buen ritmo de carrera y que los problemas pueden extenderse durante las cinco primeras pruebas del año.