Colombia un socio comercial de primer orden

La histórica relación que mantienen España y Colombia desde hace siglos ha contribuido de forma decisiva a su estrecha e intensa colaboración comercial actual. El país suramericano se ha convertido en los últimos años en uno de los principales objetivos de la inversión española. Entre 1997 y 2008, las 110 empresas nacionales con presencia en Colombia han hecho inversiones en este país por importe de 6.461 millones de euros. Según datos del Departamento de Comercio del país que preside Álvaro Uribe, sólo en 2008, la inversión de las corporaciones españolas en Colombia ascendió a 433 millones de euros, cifra sólo superada por Estados Unidos -1.341 millones-. Importante presencia La apuesta española se ha dirigido fundamentalmente al sector servicios, y más específicamente a la producción y distribución de energía, gas y agua, así como a los transportes, las comunicaciones y los establecimientos financieros. La mayor parte de las multinacionales españolas han optado por estar presentes en el país suramericano. Así, en la relación de inversores figuran empresas tan importantes como el Banco Santander, el BBVA, Endesa, Repsol, Dragados, Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados Obras y Proyectos, Gas Natural, Iberia, Mapfre, Unión Fenosa, Telefónica o el Grupo Planeta. Aunque en su momento surgieron problemas de índole jurídica y regulatoria, Bogotá reaccionó con agilidad para modificar los aspectos necesarios para acabar con las dificultades existentes en lo relativo a las concesiones. En los dos últimos años, la balanza comercial entre ambos países siempre ha sido favorable a Colombia, aunque en 2008 España redujo sensiblemente su déficit en este aspecto. Mientras que en 2007 el saldo fue de 138 millones de euros favorable al país suramericano, el año pasado se redujo a 96 millones. No es de extrañar que Álvaro Uribe haya dado mucha importancia al aspecto económico en su visita a España y que haya proyectado para hoy un encuentro con empresarios españoles con empresarios con intereses en su país. Su objetivo: convencerlos de que Colombia ofrece suficientes garantías jurídicas como para seguir invirtiendo en ella con absoluta tranquilidad.