África

Secuestro de periodistas

Una médico española y una enfermera argentina secuestradas en Somalia

La policía de la región somalí de Puntlandia ha anunciado esta noche que han quedado suspendidas hasta mañana las negociaciones con los secuestradores de las dos cooperantes de la oganización Médicos sin Fronteras (MSF), la médica española Mercedes García y la enfermera argentina Pilar Bauza.
El subjefe policial de la localidad de Bossaso, Abdulahi Said Game, ha dicho por teléfono que la suspensión de las negociaciones se ha debido a la falta de luz.
Las dos rehenes fueron secuestradas esta mañana y, según el ministro de Información de Puntlandia, Abdulrahman Mohamed Bankah, «se encuentran con vida». 
A última hora de la tarde, fuentes de Exteriores dijeron que la vía de la negociación con los raptores se mantenía abierta, aunque había entrado en un «compás de espera», ya que había anochecido en la zona. Según Bankah, las autoridades somalíes negocian la liberación de las cooperantes con los cuatro secuestradores que las retienen y que, según el subjefe policial de Bossasso, Abdulahid Said Game, pueden formar parte de un grupo de milicianos no identificado. 
Las conversaciones tienen lugar en la población de Giriso, a cinco kilómetros de Bossaso, la localidad en la que fueron secuestradas a las 8.30 hora local (5.30 GMT), cuando se dirigían, en un todoterreno, al centro nutricional en el que trabajan.
Los cuatro secuestradores exigen no ser procesados judicialmente y que se respeten sus vidas.
El portavoz en España de Médicos Sin Fronteras (MSF), Javier Sancho, explicó a los medios de comunicación que ambas profesionales tienen mucha experiencia y que en el momento del secuestro iban identificadas como médicos de la organización, «lo que no significa que gocen de inmunidad», lamentó.
Sancho precisó además que, en estos momentos, la prioridad de la organización es garantizar la seguridad del resto de los cooperantes de la ONG, que han comenzado a ser evacuados de la zona «hasta que mejore el clima de seguridad» y hasta que ambas sean liberadas. 
Debido al caos y a las luchas de clanes que imperan en la zona desde hace más de quince años, Somalia está catalogado por el Ministerio de Asuntos Exteriores como un país en el que el nivel de inseguridad y el riesgo de atentado son «muy elevados». 
El derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barré en 1991 abrió una etapa de enfrentamientos entre los llamados «señores de la guerra» que dividieron el país en parcelas controladas por sus respectivas milicias. 
El país está dividido en tres grandes áreas: Mogadiscio (donde está enclavada la capital), Somalilandia (que se proclamó independiente en 1991) y Puntlandia, donde se ha producido el secuestro de las dos cooperantes de MSF.
La República Democrática Somalí, con una superficie similar a la de Francia y con nueve millones de habitantes, logró su independencia en 1960, tras haber sido colonia británica e italiana. 
En los últimos once años, 47 cooperantes españoles se han visto implicados en secuestros mientras participaban en misiones humanitarias en Somalia, Brasil, Sierra Leona, Colombia, Ecuador y Chechenia, protagonizados por grupos guerrilleros y rebeldes.