Unos 300 millones

Ése era el título de un programa de televisión que marcó una época en España, hace unos cuantos años, cuando sólo existían las dos cadenas de TVE. Y esa podría ser la cifra, expresada en pesetas, que se embolsará un ejecutivo, al que presentan como un gestor profesional y salvador de empresas, si logra poner orden y cumplir los objetivos que le han fijado los responsables de una sociedad que han acudido a él pidiendo SOS. Supongo que será legal, pero, ¿es éticamente presentable, que en una situación de crisis generalizada como la actual, un directivo vaya a ganar 1,8 millones de euros? Además, ¿es moralmente aceptable que el mismo señor pueda percibir esa cantidad cuando la empresa pasa por una situación grave y complicada? No parece que sea la mejor manera de salir de la crisis. No dudo que el ejecutivo en cuestión se merezca los 300 millones de pesetas al año. Probablemente, incluso más, dada su valía, según cuentan. El problema está en si en estos momentos eso se puede justificar ante la sociedad en general y la propia empresa en particular. Mucho me temo que los máximos responsables de la misma siguen columpiándose, metidos en sus lujosos despachos, y completamente aislados de las repercusiones de las decisiones que toman. Seguro que tarde o temprano van a tener que pedir SOS.