Córdoba
Unos padres aceptan dos años de prisión por no llevar a clase a su hija menor de edad
J.R.M. y P.R.V. han aceptado cada uno un año de prisión por un delito de abandono de familia por las continuas faltas de asistencia de su hija, menor de edad, al colegio y no matricularla en un centro escolar durante un curso.
Los acusados y el ministerio público han llegado a un acuerdo después de que los padres admitieran como ciertos los hechos, por lo que aceptaron finalmente esta pena, ya que en un principio el fiscal pedía tres años de cárcel para el matrimonio.
Los hechos se remontan al curso 2003-2004, cuando la menor cursaba estudios de educación primaria obligatoria en un colegio de Córdoba. Debido a que la niña presentaba ciertas dificultades de retraso madurativo, se le aplicó un refuerzo educativo, así como asistencia al aula de apoyo a la integración, "observándose en todo momento en ella una actitud positiva y de total integración en el colegio, mostrando interés y alegría en sus estudios".
El fiscal añade que, "pese a la adecuada educación recibida en el centro escolar, los acusados, siendo conocedores de que se encontraban en edad de escolarización obligatoria, adoptaron desde el curso 2003-2004 una actitud de absoluta y total despreocupación hacia la educación de su hija, dejando de llevarla en reiteradísimas ocasiones al colegio, sin presentar justificación en la mayoría de las ocasiones".
Además, manifestaban "modales agresivos hacia el personal del centro, al que culpaban de que su niña no era correctamente atendida". En concreto, durante el curso 2003-2004, se computaron 98 ausencias; en 2004-2005, 84, en el curso 2005-2006 faltó 107 días, ni tampoco la matricularon en el centro donde venía cursando sus estudios.
El centro, al detectar el elevadísimo absentismo de la menor, adoptó el protocolo de actuación de intervención interinstitucional sobre absentismo escolar de la Delegación de Educación de la Junta, el Ayuntamiento, la Delegación para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta y la Fiscalía de menores.
Ante la infructuosidad de tales medidas, se solicitó el 22 de mayo de 2006 la intervención de la Policía Autonómica, que en junio de 2006 remitió un informe a la Delegación de Educación, que citó a los acusados para declarar, realizando el padre unas alegaciones acerca de que encontró en la mochila de su hija una bolsa con un polvo blanco --cuya composición no llegó a ser identificada-- manifestando que no iba a volver a llevar a su hija al colegio. Entonces, se advirtió a los padres de que de ser así podrían incurrir en responsabilidad penal y administrativa, dándose cuenta a la Fiscalía de Menores.
Añade el fiscal que los acusados, sólo una vez que tuvieron conocimiento de haberse iniciado este procedimiento contra ellos, tramitaron la solicitud de matriculación de la niña en un centro de educación especial.
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