Moscú

Viajar al espacio será más caro

Los turistas que deseen viajar a la Estación Espacial Internacional (EEI) tendrán que pagar el próximo año entre 35 y 45 millones de dólares, anunció hoy «Space Adventures» (SA), agencia especializada en turismo espacial.

El último turista que viajó al espacio fue Richard Garriott, director adjunto de SA, que tuvo que desembolsar unos 30 millones de dólares por una estancia de doce días en octubre pasado en la plataforma orbital.
Por otra parte, SA añadió que el precio de una caminata espacial para los turistas oscilará entre los 45 y los 55 millones de dólares, según la agencia Interfax.
Hasta ahora, ningún turista ha efectuado actividades extravehiculares y todos se limitaron a realizar experimentos científicos en la EEI.
Después del Año Nuevo comenzará su entrenamiento el multimillonario norteamericano Charles Simonyi, que ambiciona pasar a la historia como el primer astronauta no profesional en viajar dos veces al ingenio espacial.
Simonyi, de 60 años, podría ser el último participante no profesional en un vuelo espacial.
Recientemente, el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Anatoli Permínov, informó de que en los próximos años Rusia suspenderá el envío de turistas espaciales a la órbita, ya que todas las plazas de las naves Soyuz ya están designadas a astronautas profesionales de los países socios del programa de la EEI.
Permínov explicó que «según los acuerdos internacionales, cuando se lanzan los módulos científicos japoneses y europeos, la tripulación (de la EEI) deberá ser de seis personas. En ese caso, no habrá sitio para turistas espaciales», añadió.
Eso sí, matizó, «todas las personas con las que ya hemos firmado un contrato volarán a la estación».
Con todo, no todo está perdido para los multimillonarios que quieran gastarse parte de su fortuna en cumplir su sueño de surcar el espacio sideral, ya que Roscosmos les ofrece otra alternativa: la compra de un de las naves.
Rusia recurrió al turismo espacial a principios de esta década debido a la grave crisis de financiación que afectó a su programa especial tras la caída de la Unión Soviética, la primera potencia en enviar un hombre al espacio exterior en 1961.
Al principio, la decisión rusa de enviar turistas al espacio fue muy mal recibida por la NASA estadounidense, que consideraba que la presencia de neófitos en la plataforma distraería a los inquilinos permanentes de la EEI.
Desde el año 2000 un total de cinco turistas han viajado a la EEI a bordo de una Soyuz acompañados de otros dos astronautas profesionales.
El primero de todos fue el estadounidense Dennis Tito, empresario financiero y antiguo científico de la NASA, que viajó a la plataforma en mayo de 2001, y confesó que no hacía falta ser un «superhombre» para volar al espacio.
Según una encuesta, un 29 por ciento de los rusos desearía viajar al espacio como turista, aunque carece del dinero para pagarse el pasaje.