Cochabamba y Santa Cruz se rebelan ante Evo

Como si de varios “reinos” se tratase, las provincias opositoras denominadas la Media Luna, aúnan esfuerzos y se mueven por separado para abrir varios frentes contra el gobierno. “El juego de tronos aymara” ha comenzado. Partidarios y contrarios de Evo Morales chocaron en la mañana de ayer en las calles de Cochabamba, ciudad marcada por movilizaciones de diferentes grupos. Hubo enfrentamientos en la plazuela Bush, donde se ubica la sede del partido oficialista MAS. En el lugar incluso hubo agresiones contra un periodista del canal de televisión ATB.

Sectores afines al partido del gobierno y, por su parte, la opositora Coordinadora en la Defensa de la Democracia de Cochabamba coincidieron en las primeras horas del día. Además, se desarrolla un paro de transporte indefinido con bloqueo de calles y avenidas.

Por su parte, la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba protagonizó también ayer a una “gran marcha” a todos sus afiliados, exigiendo nuevas elecciones con transparencia y con nuevo Tribunal Electoral imparcial que incluya veedores internacionales.

Los médicos también marchan. Este sector ha iniciado un bloqueo en el ingreso al edifico del Servicio Departamental de Salud (Sedes). Edgar Fernández, presidente del Colegio Médico de Cochabamba, afirmó que se trata de “una toma pacífica de las instituciones, generando propuestas de solución al conflicto que vive el país”.

Fernández sostuvo que la protesta es para hacer sentir su respaldo a la represión que sufrieron sus colegas la noche del martes en La Paz. “Es un repudio a esta situación. Le pedimos al presidente que de una vez plantee la solución por la vía pacífica que no es otra que una nueva contienda política con un nuevo tribunal”, subrayó.

Los enfrentamientos la noche del martes en La Paz dejaron al menos una decena de heridos, uno de ellos de gravedad y otro en terapia intensiva, en choques entre defensores y contrarios al presidente de Bolivia, Evo Morales, y con la Policía, según datos de este miércoles de la Defensoría del Pueblo boliviana.

Uno de los heridos fue ingresado en terapia intensiva en el Hospital Obrero de la ciudad, mientras que otro fue llevado al Seguro Universitario con heridas de gravedad y el resto fueron atendidos en el Hospital Clínicas, de acuerdo con la Defensoría. Al menos tres de los heridos ya fueron datos de alta, indicó esta entidad.

Además el centro de La Paz registró en la madrugada de ayer enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente, con cargas policiales para dispersar a ambos bandos, en las que la Policía empleó material antidisturbios como gases lacrimógenos y un vehículo con un cañón de agua a presión.

Los choques comenzaron al paso de una marcha convocada por colectivos cívicos para pedir la renuncia del presidente, al que acusan de fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre.

La marcha, en la que entre otros participaban grupos de universitarios, se cruzó con colectivos afines al mandatario cerca de la sede del Gobierno boliviano, ante la que mineros, obreros, campesinos y otros movimientos afines realizaban una vigilia en apoyo de Morales. Algunos de los manifestantes se lanzaron piedras y palos, hasta la llegada de la Policía para dispersarlos y establecer un cordón de seguridad entre ambos bandos.

El desafío de Santa Cruz

En paralelo estaba previsto que el dirigente cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, volviese a La Paz ayer para intentar entregar, por segundo día consecutivo, una carta para que el presidente Evo Morales presente su renuncia. El martes no logró su cometido debido a un cerco de sectores afines al Ejecutivo en el Aeropuerto Internacional de El Alto, por lo que ahora el Gobierno dispuso un reforzado operativo policial.

"Si Dios quiere va hacer entrega de esa carta que es un pedido del pueblo boliviano", anunció el vicepresidente del Comité Pró Santa Cruz, Rómulo Calvo. Camacho prevé participar en un cabildo en La Paz. Al cierre de está edición y por granizo el vuelo no había despegado. En cualquier caso el riesgo de choques en la capital es alto.