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El triste desenlace de la búsqueda del embajador a una española que le ayudó

Hace unos días Hugh Elliot publicó un vídeo en Twitter en el que anunciaba que quería darle las gracias en persona a la mujer que le ayudó. Sin embargo, hoy se ha conocido que no será posible.

El ansiado reencuentro del embajador británico Hugh Elliot con la mujer que le acogió hace más de tres décadas no podrá producirse, murió por esclerosis múltiple a los 35 años.

El embajador publicó un vídeo en Twitter en el que daba las gracias a Lourdes Arnaiz por haberle hospedado en su casa hace 35 años y difundió por la red social el vídeo para hacerle llegar su mensaje : “Si todavía estás aquí, Lourdes, te digo gracias de nuevo, me encantaría decírtelo en persona”. El vídeo se hizo viral enseguida y se ha logrado obtener una respuesta. Ha sido hoy 7 de diciembre cuando Hugh Elliot anunciaba el terrible desenlace y daba las gracias a todas las personas por haber facilitado su búsqueda. Asimismo, ha animado a todas las personas a que colaboren “aportando su granito de arena” a través del voluntariado o de donaciones a las asociaciones de esta enfermedad degenerativa. El mensaje lo ha publicado en Twitter mediante un vídeo, como en la anterior ocasión, aunque en este caso acordó dar el mensaje con el hermano de Lourdes, Alfonso, a quien también conoció hace más de treinta años.

Era 1984, Hugh Elliot decidió hacer el camino de Santiago. Para ello, viajó hasta Francia, pero se demoró y tomó un tren desde Carcasona hasta Burgos (España). Sin embargo, aunque facturó su bicicleta se perdió en uno de los vagones. “Estaba en apuros, tenía muy poco dinero y una tienda de campaña”.

Pensaba alojarse en un camping, pero como se encontraba lejos trató de buscar una solución acudiendo a un bar. Allí se puso a hablar con Eli Rubenstein, un canadiense que iba a visitar a su novia, Lourdes Arnaiz. Ella y su hermano le invitaron a que se alojara con ellos hasta que recuperara su bicicleta. “Estuve cinco días en su casa, comiendo en familia, sin que me dejaran pagar nada”, afirma el embajador británico, que añade, “¿En cuántos países se habría acogido a un forastero así?” Elliot ha afirmado que desde ese momento ama España, país en el que conoció a su mujer y nacieron sus dos hijos.