Impactantes imágenes del ataque del Estado Islámico a un cuartel militar en Níger

La estrategia del terrorismo yihadista con el atentado que ha cometido contra un cuartel de Níger, cerca de la frontera con Mali, es la de obligar a las autoridades de Niamey a que sigan la misma estrategia que las de Bamako (capitales de ambos países), en el sentido de abandonar los puestos avanzados fronterizos y concentrarlo en otros más potentes.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras de lo que ocurre en la zona, en el atentado contra las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) nigerinas, en su cuartel en Inates, murieron, al menos, 74 soldados, una treintena desaparecidos (entre huidos y secuestrados) que posteriormente fueron asesinados a sangre fría mientras los terroristas pasaban con sus motos sobre los cadáveres, tal y como se recoge en el vídeo que ilustra esta información.

La acción criminal, que duró tres horas y se inició aprovechando la hora del rezo (les pilló de sorpresa), ha sido reivindicada por el Estado Islámico del Gran Sáhara; se inició con la explosión de varios coches bomba, tras lo cual unos 200 yihadistas, que habían llegado a la zona a borde motos y todo terreno, y habían rodeado el cuartel, penetraron en el interior de las instalaciones militares, comenzaron a disparar y causaron la masacre.

Es la segunda vez en seis meses que este cuartel es objeto de un ataque terrorista: en julio pasado, 18 soldados perdieron la vida en un ataque parecido.

El Estado Islámico del Gran Sahara es la franquicia en el Sahel de Daesh y su cabecilla es Adnane Abou Walid Al-Sahraoui. Comete atentados en Mali, Burkina Faso y Níger.

Además de intentar convertir la zona fronteriza entre Mali y Níger en “territorio propio”, los yihadistas están logrando un efecto tan pernicioso como el primero: el crecimiento del sentimiento anti francés y, por ende, anti occidental, ante lo que se considera falta de eficacia de las tropas europeas desplegadas en el Sahel para frenar el terrorismo.

El atentado de Níger ha estado rodeado, además, de algunas “leyendas urbanas”, entre ellas una que ha calado entre la población: se asegura que un avión Mirage hizo dos pasadas por la zona del atentado y no intervino, lo que parece improbable dada la implicación gala en la lucha contra el yihadismo a través de la operación Barkhane.

Aunque fueran doscientos los terroristas, se mueven en pequeños grupos y son muy difíciles de detectar salvo con el despliegue de drones, algo absolutamente necesario si se quiere combatir con eficacia esta actividad criminal.

“El ambiente está muy caldeado contra los franceses, uno de cuyos representantes ha sido expulsado perentoriamente de Mali con un plazo de 24 horas para abandonar el país. Y también contra todos los ciudadanos blancos que son identificados con los galos”, agregaron.

Esta situación ha obligado al presidente francés, Emmanuel Macron, a aplazar la cumbre que había organizado el próximo lunes en Pau con presidentes de los países del G5 Sahel.

En un comunicado, el Elíseo indicó que la decisión se tomó en una conversación telefónica de Macron con el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, al que manifestó "en nombre del pueblo francés, su apoyo y su solidaridad".

Los dos jefes de Estado acordaron proponer a sus homólogos que habían sido convocados para acudir a Pau posponer "a comienzos de 2020" esa cumbre en la que Francia tenía intención de reevaluar su presencia en la región.

Francia ha pedido a sus socios europeos que se impliquen más en la acción para luchar contra el terrorismo en el Sahel, donde París tiene desplegada una fuerza de 4.500 militares que operan en cinco países (Mali, Mauritania, Níger, Chad y Burkina Faso) para apoyar a los ejércitos locales e impedir que se constituyan santuarios yihadistas.

Una de las alternativas que se están estudiando para luchar contra el terrorismo yihadista en la zona es el de reforzar las fronteras con soldados chadianos, conocidos por su contundencia, eficacia y entrenamiento.