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¿Oculta México el número de muertos por coronavirus?

Varias estimaciones sugieren que la cifra de fallecidos es muy superior a la que reportan las autoridades sanitarias

Burial service for Coronavirus victims in Mexico
Trabajadores en un cementerio de Ciudad de México enterrando a fallecidos por coronavirus11/05/2020 ONLY FOR USE IN SPAINGerardo Luna/NOTIMEX/dpaGerardo Luna/NOTIMEX/dpa

México y Brasil se están convirtiendo en grandes focos del Covid-19 en América Latina. Ambos casos tienen varios elementos en común. Uno de ellos es que sus presidentes, Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro, minimizaron el impacto del nuevo coronavirus. Bolsonaro aún lo sigue haciendo. Ambos países, además, están a la cola de los que hacen test en la región. En el caso mexicano estaría por debajo de 1 por cada mil habitantes cuando la media de la OCDE está en 23 pruebas por cada 1.000 personas. Según datos oficiales, la pasada semana en este país se habían realizado 110.000 test.

Pese a tener una población de 120 millones de habitantes y ser vecino de Estados Unidos, el país con más contagios del mundo, con el que comparte 3.000 kilómetros de frontera por donde pasan cada día miles de personas, y pese a haber reaccionado más tarde que otros países del entorno ante la amenaza del Covid-19, México parece estar por debajo en positivos por coronavirus según las cifras oficiales.

Algunos expertos han señalado que la velocidad de contagio en México fue más rápida en la etapa inicial de la crisis que en Estados Unidos a partir del primer caso en cada territorio, según las cifras oficiales, lo que demostraría que México debería tener más positivos.

Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México, asegura en declaraciones a LA RAZÓN que las cifras mexicanas, como las de muchos otros países latinoamericanos, asiáticos y africanos, no sirven para poder estimar el número de afectados: “No soy epidemiólogo ni médico, pero la lógica indica que la metodología de muestreo que están usando en México para testear a las personas con coronavirus jamás va a poder medir la cantidad contagiada. Los únicos países confiables son aquellos que tienen la capacidad y tecnología para testear a toda la población, como China, donde han anunciado que van a analizar a toda la población de Wuhan tras el repunte"

The Wall Street Journal publicó la pasada semana un artículo en el que señala la existencia de numerosas defunciones por neumonía en México en las que se sugiere que el Covid-19 podría ser el causante. El diario tuvo acceso a 105 actas de defunción de Ciudad de México, y en 64 casos se menciona “neumonía atípica” como causante del fallecimiento. En 52 de las 64 actas se habría apuntado por los médicos al coronavirus como posible origen del fallecimiento. En esta información de El País se hace una estimación según la cual México tendría entre 620.000 y 730.000 casos sintomáticos acumulados desde el inicio de la pandemia.

México alcanzó este lunes 36.327 contagios y 3.573 fallecimientos por el virus tras notificarse en las últimas 24 horas 1.305 nuevos casos y 108 decesos, según las autoridades sanitarias. Existen, además, 20.991 casos sospechosos acumulados, que son los pacientes que están a la espera del resultado de exámenes para confirmar el origen de su enfermedad. La cifra de muertos entre personal médico es de 111 y el virus ha infectado a 8.500 sanitarios mientras que existen 6.747 sospechosos de haber contraído la enfermedad.

A la ola de críticas por la falta de transparencia se ha sumado el ex presidente Felipe Calderón: “México ignora la ola de muertos por CV19 en la capital. Funcionarios en CDMX han contado más de 2.500 muertes por el virus y enfermedad respiratoria grave (posibles CV19). Sin embargo, el gobierno federal informa sobre unos 700 en el área”.

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Las dudas sobre la transparencia informativa del gobierno ante la magnitud del coronavirus se ha puesto de manifiesto en quejas de médicos y personal sanitario, que sospechan que existen en realidad muchos más infectados de los reportados por el Ministerio de Salud. Las autoridades sanitarias, en cambio, defienden la validez de su método de vigilancia epidemiológica y esgrimen que otros países grandes han quedado expuestos a un mayor impacto que México.

El periódico “The New York Times” publicó este fin de semana un artículo en el que se recogían testimonios de doctores criticando la gestión del Gobierno. “Es como si los médicos viviéramos en dos mundos diferentes”, dijo la doctora Giovanna Avila, que trabaja en el Hospital Belisario Domínguez. “Uno está dentro del hospital con pacientes muriendo todo el tiempo. Y la otra es cuando salimos a las calles y vemos gente caminando, sin saber lo que está sucediendo y lo grave que es realmente la situación”.

La Ciudad de México y el Estado de México son las entidades con el mayor número de casos activos y el centro de la epidemia en el país. La alcaldesa de la capital, Claudia Sheinbaum, sospecha que los datos federales y los modelos sobre la epidemia son defectuosos y no reflejan la realidad de afectados. Funcionarios municipales detectaron que los contagios en el área de Ciudad de México era tres veces superior a las cifras reportadas por el Ejecutivo federal.

¿Qué es el modelo Centinela?

El Gobierno mexicano trabaja desde 2006 con un modelo de monitoreo epidemiológico denominado “Centinela”, que permite rastrear enfermedades respiratorias, pero no contempla la realización de pruebas masivas a la población. Se usa para detectar la gripe haciendo una prueba a un segmento de la población y, posteriormente, se calcula el alcance real de la enfermedad. El subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, sostiene que en una epidemia “no es factible” dar seguimiento a todos los enfermos y subraya que es más relevante conocer cómo se propaga la enfermedad y a qué grupos afecta en lugar del número total de casos. Sin embargo, está contrastado que los países que más test han hecho desde el principio han obtenido una tasa de incidencia menor, como demuestra el caso de Corea del Sur.

La información del New York Times sugiere que los datos proporcionados por el Gobierno federal llevan un retraso de hasta dos semanas, lo que dificulta aún más la fotografía exacta de la pandemia. Como ha pasado en otros países, hay personas que mueren a causa de enfermedades respiratorias agudas y son incineradas sin hacerse la prueba. Otros mueren en casa sin ser ingresados ​​en un hospital, y ni siquiera se cuentan en las estadísticas de la Ciudad de México.

El Gobierno se defiende ante estas críticas: “Hemos aplanado la curva”, dijo López-Gatell. Por su parte, el portavoz de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró que el Gobierno no oculta cifras, ni información sobre contagios o fallecimientos por coronavirus. Otros países latinoamericanos también presentan el mismo problema de detección y vigilancia del virus. En Ecuador existen datos que indican que el número de decesos por el Covid-19 es hasta seis veces mayor.