Miles de personas sin mascarilla: caos en las playas de Reino Unido

Los rotativos ingleses lo titulan como “incidente importante” y es un nombre adecuado para el caos que ha generado que miles de británicos hayan decidido abalanzarse sobre las playas del sur como las de Bournemouth. A sus 183.000 habitantes se han sumado miles de urbanitas que se han presentado en la arena con sus toallas y sombrillas y protector solar, pero sin mascarillas.

Ha sido lo más parecido a una tormenta perfecta: miles de conductores enfurecidos e impacientes intentando llegar a la costa ha causado grves problemas de tráfico, de visitantes carentes de toda consideración hacia los demás y con un comportamiento “antisocial”, que ha derivado en peleas y campamentos nocturnos y que han generado más de 30 toneladas de basuras diarias. A media mañana, la playa de Bournemouth estaba ocupada “hasta donde alcanza la vista”, según los testigos.

Las autoridades de Bournemouth se han visto soprepasadas por la situación y el aluvión de gente: “Estamos absolutamente horrorizados por las escenas presenciadas en nuestras playas, particularmente en Bournemouth y Sandbanks, en las últimas 24-48 horas”. La crítica, sobre todo, va dirigida a “el comportamiento y las acciones irresponsables de tantas personas” que por su impaciencia han conseguido que se declare un “incidente importante” y han tenido que poner en marcha una respuesta de emergencia. Esta declaración de estado permite a la zona pedir ayuda a servicios de emergencia coordinados.

Una reportera de la BBC pudo ver in situ lo irreal de la situación con “miles de personas... en inflables, en la arena y grupos de hasta 50 personas”, y por supuesto, “es increíblemente difícil mantener el distanciamiento social: las personas se cruzan a menos de 2 metros”. En la zona se pusieron u total de 558 multas de aparcamiento y ha habido que implementar nuevas patrullas para las carreteras.

La situación se ha vuelto tan insostenible, que la líder del BCP Council, que integra Bournemouth, Christchurch y Poole, Vikki Slade, tuvo que explicar que “no estamos en condiciones de dar la bienvenida a los visitantes en estos números ahora ni de lidiar con la gama completa de problemas asociados con la gestión de estos volúmenes de personas”. Así que en un llamamiento general a la población dijo: “Por favor, no vengas. Todavía no podemos darte la bienvenida”.