Trump acelera las ejecuciones a 40 días de dejar el cargo

Brandon Bernard fue ejecutado este viernes en la prisión de Terre Haute, Indiana. Bernard era un preso federal, y estaba condenado, junto a otras cuatro personas, por el asesinato en 1999 de Todd y Stacie Bagley. Bernard tenía 18 años en el momento en que participó en el crimen y 40 cuando recibió la inyección letal.

En sus últimas palabras, un mensaje de tres minutos dirigido a su familia y a la familia de las víctimas, pidió perdón por el daño realizado. «Lo siento», dijo, «desearía poder cambiarlo todo, pero no puedo». El abogado de Bernard calificó la ejecución como «una mancha en el sistema de justicia penal de Estados Unidos» y defendió la inocencia de su cliente, ya que «él no mató a nadie», pero aún así «nunca dejó de sentir vergüenza y profundo remordimiento por sus acciones en ese crimen». El caso de Bernard ha sido especialmente mediático, y activistas y famosos han pedido al presidente, Donald Trump, que detuviese la ejecución.

Bernard es el noveno preso federal ejecutado este año, el primero con ejecuciones de este tipo después de 17 años. Es más, Bernard es el primer ajusticiado en más de 130 años durante el periodo de transición, cuando en Estados Unidos se dice que los presidentes son ya «patos cojos». El 14 de julio fue ejecutado Daniel Lewis Lee como consecuencia directa de que en 2019 el Gobierno de Trump diera luz verde a la reanudación de las ejecuciones federales.

La familia de los Bagley, por boca de un representante, ha agradecido a la Casa Blanca su empeño para restaurar la pena capital para delitos federales. «Rezo para que Brandon haya aceptado a Cristo como su Salvador», comentó un representante de la familia, «porque si lo ha hecho, Todd y Stacie lo recibirán en el cielo con amor y perdón». La madre de Todd Bagley, por su lado, ha escrito que el asesinato fue un acto sin sentido, de una maldad innecesaria y premeditado».

El fiscal general, William Barr, no se ha pronunciado sobre la ejecución. Este verano, cuando Lee inauguró una cadena de ejecuciones donde pronto siguieron las de Wesley Ira Purkey, Dustin Lee Honken, Lezmond Charles Mitchell, Keith Dwayne Nelson, William Emmett LeCroy, Jr., Christopher Andre Vialva, también condenado por el asesinato de los Bagley, y Orlando Cordia Hall, Barr celebró que el reo hubiera «enfrentado la justicia que merecía. El pueblo estadounidense ha tomado la decisión calibrada de permitir la pena capital para los crímenes federales más atroces».

Nadie sabe si el nuevo gobierno de Joe Biden revertirá la orden, pero la Administración Trump parece decidida a seguir manteniendo todas las ejecuciones previstas para las próximas semanas. Entre las personas que habían pedido que el presidente Trump impidiera la ejecución estaba Kim Kardashian. Bernice King, sobrina de Martin Luther King Jr., ha pedido la abolición de la pena de muerte. Sin embargo, para hoy había otra ejecución federal postelectoral programada.

Se trata de Alfred Bourgeois, un camionero de Luisiana que abusó de su hija de 2 años en 2002, y luego la mató a golpes. Sus abogados indican que tiene un coeficiente intelectual que lo coloca en la categoría de discapacitados y afirman que eso debería haberlo hecho inelegible para la pena de muerte.