Brexit

¿Cuáles son los obstáculos para llegar a un acuerdo?

Los puntos conflictivos son la pesca, la igualdad de condiciones en las normas de ayudas públicas y competencia, y la gobernanza del acuerdo que regirá las relaciones de la UE con quien ha sido su socio durante 47 años

Un funcionario retira la bandera de Reino Unido de la sede de la Comisión Europea
Un funcionario retira la bandera de Reino Unido de la sede de la Comisión EuropeaOLIVIER HOSLET / POOLAgencia EFE

La Unión Europea seguirá negociando mientras crea que hay opciones para alcanzar un acuerdo con Reino Unido que evite la ruptura a las bravas el próximo 31 de enero, a pesar de que sigue habiendo grandes diferencias en asuntos clave como el acceso pesquero a las aguas británicas y los socios de la UE preparan sus planes de contingencia para tratar de minimizar los daños en caso de fracaso de las negociaciones.

Los puntos conflictivos son la pesca, la igualdad de condiciones en las normas de ayudas públicas y competencia, y la gobernanza del acuerdo que regirá las relaciones de la UE con quien ha sido su socio durante 47 años, una vez culmine el periodo transitorio el 31 de diciembre.

Ambas partes se acusan mutuamente del bloqueo de unas negociaciones que comenzaron el 2 de marzo y se han intensificado en las últimas semanas.

Pesca

En Bruselas, la cuestión del acceso a la pesca no se considera un factor decisivo. “La negociación es transaccional, no sobre principios, por lo que es eminentemente factible”, dijo un funcionario, según “The Guardian”. En Londres, la visión no es la misma. Johnson ha enfatizado repetidamente su importancia para la UE. Y las presiones de las industrias pesqueras dificultan un acuerdo. Quedan aún algunos puntos de diferencia por concretar cuando apenas quedan dos semanas para la fecha límite.

Reino Unido está abandonando la política pesquera común y recuperando el control de su zona. Downing Street quiere negociaciones anuales con la UE sobre lo que las flotas pesqueras europeas podrán capturar en sus aguas soberanas. También es un tema importante en varios países de la UE, como Francia. La UE está presionando para que sus barcos sigan operando en aguas de Reino Unido, donde actualmente capturan alrededor de 600 millones de libras en pescado cada año.

A pesar de que la pesca representa solo una pequeña parte de la economía en ambos lados, fue fundamental para la campaña que ganó el referéndum del Brexit en Reino Unido en 2016.

La disputa no es solo por el acceso a las aguas, sino también porque la flota del Reino Unido quiere una mayor parte de la cuota de pesca, es decir que no se trata solo dónde se puede pescar, sino qué se puede pescar. También ha habido desacuerdo sobre la duración de un posible período de statu quo antes de que las nuevas medidas entren en vigor. La UE quiere que dure hasta diez años, Reino Unido dice que debería ser considerablemente más corto.

Pero si no hay un acuerdo sobre el acceso a las aguas de pesca, Reino Unido no tendrá acceso completo al mercado de la UE, sin aranceles ni impuestos, para vender su pescado allí. El año pasado, alrededor de las tres cuartas partes de las exportaciones de pescado de Reino Unido fueron a la UE.

Competencia

También hay desacuerdo en las reglas que se van a establecer sobre competencia, ahora y en el futuro, el llamado “level playing field” (terreno de juego equilibrado, en español), que se refiere a la equiparación entre las normativas comerciales, laborales y de subsidios que garanticen una competencia justa. La idea de las medidas de igualdad de condiciones, que aparecen en la mayoría de los acuerdos de libre comercio, es garantizar que las empresas de un lado no tengan una ventaja injusta sobre sus competidores del otro.

Si se cambian determinadas reglas, puede resultar más barato producir, lo que hace que algunas empresas sean más competitivas que otras, y a la UE le preocupa que Reino Unido pueda hacer eso en el futuro.

Es por eso por lo que la UE quiere que Reino Unido se adhiera a las reglas de la UE en temas como los derechos de los trabajadores, las regulaciones ambientales que las empresas deben seguir y las ayudas estatales. Reino Unido, por otro lado, dice que el objetivo del Brexit era liberarse de las reglas de la UE. Las dos partes han estado tratando de acordar una base común de regulaciones sobre algunos temas. Pero la UE también ha estado pidiendo una cláusula que implique que si una parte elevara los estándares, la otra tendría que hacer lo mismo o enfrentarse a posibles sanciones.

Resolución de disputas

Se trata principalmente de cómo se harán cumplir las reglas del trato que se alcance en el futuro y qué sucede si una de las partes las rompe. La UE ha estado presionando para obtener poderes para tomar represalias contra Reino Unido si infringe las reglas en un área, respondiendo en otra, por ejemplo, imponiendo aranceles o impuestos donde cree que podrían ser más dañinos. También está la cuestión de quién podría juzgar las disputas. Todos estos son temas sumamente sensibles que marcarán la pauta para la relación futura en los próximos años.

¿Es posible un acuerdo?

Entonces, ¿todavía se puede llegar a un acuerdo? Todavía es posible que se pueda lograr un acuerdo comercial básico en el poco tiempo que queda. Pero ambas partes tendrán que hacer concesiones rápidamente.

También vale la pena recordar que las negociaciones no se refieren solo al comercio con la UE (que representó el 43% de las exportaciones de Reino Unido en 2019 y el 51% de las importaciones del Reino Unido). También está otra cuestión importante: la cooperación policial y de seguridad. Reino Unido quiere mantener el mismo acceso a las bases de datos compartidas que tiene ahora, pero la UE dice que no se ofrece a los no miembros. Sin embargo, un acuerdo proporcionaría un mejor acceso que ningún acuerdo.